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domingo, 21 de agosto de 2016

Del Círculo Polar Ártico a Helsinki

Buenos días desde Helsinki.
Queríamos escribir después de pasar la frontera con Rusia, pero hay demasiadas cosas, así que para que no se haga un lío nuestra cabeza, os contaremos cómo nos ha ido hasta ahora.
Llegamos al círculo polar ártico por Noruega, antes de llegar la vegetación empezó a cambiar, de árboles altos formando bosques frondosos empezó a quedar....nada, una llanura húmeda con mucha carretera y lluvia, y ahí en medio al cabo de una hora de conducir con este paisaje, llegamos a una especie de área de servicio, con la marca de círculo polar ártico, entonces es cuando te das cuenta de que las brújulas que llevamos nos señalan este punto, ya estamos arriba del todo. Es una sensación increíble, llevamos tanto tiempo mirando el mapa y ahora estamos en el norte, tal cual, no el norte de cualquier sitio, el Norte. Hacía fresco, así que pensé, me pongo la chaqueta de invierno y ya, luego, la guardo, que ingenua, ya no la he guardado más. A partir del círculo polar vimos durante una hora más, esa llanura húmeda, que poco a poco, volvió a dejar paso a los árboles altos y verdes, como si realmente la naturaleza marcara una línea real sobre la tierra, señalando donde nos estábamos metiendo.
Llegamos a Bodo, un lugar muy,...enriquecedor, había un festival de música así que nos informamos con el panfleto del festival,...todo en noruego, y fuimos a ver algún concertillo, los que eran gratis más que nada, ya nos fundimos el dinero con el gasoil. El primer concierto era en una plaza a las 12 del mediodía,...parecía que fuese un cantautor con un gusto musical un tanto peculiar, hacía bromas, o eso creemos porque la gente se reía, nosotros también,...para integrarnos un poco, regalaban helados de chocolate, así que seguimos a las azafatas hasta que conseguimos uno. Por la tarde fuimos a un concierto en un barco, tenía toda la pinta de que habíamos triunfado con este concierto, además pensad que el programa estaba en noruego, así que deducíamos todo, yo pensé que era un concierto de  samis en un barco....bueno llegamos una hora antes para no quedarnos sin sitio, entramos, visitamos un poco el barco y llegamos a la sala del concierto, había una pantalla, un micro y unos altavoces,...y muy poca gente, unas mesas y unas sillas, la gente cuando entramos se calló y nos miró,....bueno no pasa nada solo nos faltan los calcetines y las chanclas para parecer turistas de verdad (más adelante os cuento cómo llegamos a este punto de los calcetines y las chanclas), así que nos sentamos, empezó a llegar gente, había un señor enchufando su ordenador a la pantalla, le trajeron una botella de agua y al cabo de una hora empezó,....la conferencia sobre los samis,....todo en noruego,.....y allí que aguantamos una hora como dos campeones mirándole, pero no a los ojos, Jordi me dijo, no le mires a los ojos que nos hace preguntas. Al cabo de una hora aplaudimos la conferencia magistral del doctor Jackobson (por ponerle un nombre) y nos fuimos.  Después de saberlo todo sobre los samis decidimos que era el momento de dejar Noruega y nos dirigimos hacia Suecia. Si las fronteras de Alemania y Francia no se ven, la de Noruega con Suecia es igual, al cabo de un rato de conducir vimos las señales de tráfico en azul y amarillo y allí supimos que estábamos en Suecia. Nos dirigimos hacia Arvidsjaur un pueblo que aún tiene intacto un poblado samí,...aunque eso ya lo sabíamos porque ahora somos unos expertos en esto. De ahí el chico de turismo (muy agradable) nos envió a Storforsen donde hay unos rápidos espectaculares. Allí conocimos a Xavi y Anna, una pareja catalana, con su perra, muy agradables con los que estuvimos charlando una mañana tomando un café, ellos nos regalaron un hornillo que nos está salvando la vida, ya que así tenemos dos tipos de boquillas para comprar el gas para cocinar, y nos recomendaron ir a comer salmón ahumado a un chiringuito al lado de Pit
ea, un pueblecito llamado Havre, así que les hicimos caso y fuimos a por el salmón, increíblemente bueno y barato, nos encantó, gracias Xavi y Anna. Dejamos Suecia para dirigirnos a Finlandia, otra frontera invisible, pero volvíamos a tener euros y eso está bien para nosotros, así no tenemos que ir buscando casas de cambio, aunque el euro en unos días se va a despedir de nosotros hasta dentro de dos años. Fuimos a Romaniemi el pueblo de papa Noel, lo vimos charlamos con él, pero no nos hicimos ninguna foto, costaban 20€ así que preferimos perfeccionar nuestro inglés charlando. Seguimos la ruta hasta Oulu, nos encantó el mercado cubierto y empezamos a intuir el calor del sol, pero sin quitarnos los abrigos y de allí fuimos a una reserva natural llamada Liminganlahti donde los patos descansan durante su migración, allí vimos una pareja de águilas, espectaculares, además había unas torres y nos subimos con nuestros prismáticos para poder verlas bien, parecía que sabían que las estábamos mirando porque se paseaban por delante nuestro abriendo muchos las alas y planeando por encima del agua, fue un momento mágico. Tenemos muchas ganas de escalar así que vamos buscando zonas, así nos dirigimos más al sur, al parque nacional de Repovesi, donde hay unas vías de escalada enormes, como las setas que hay que  nos llegan hasta las rodillas, y de allí a Kouvola, la ciudad de mi lección profesional, ahora os lo explico bien, llegamos a Kouvola con la intención de quedarnos un día, estuvimos paseando y viendo la ciudad, al día siguiente pensamos en dar otra vuelta y poner rumbo a Helsinki, al llegar al centro de la ciudad, había como una feria y un escenario muy grande en medio de una calle. Era un festival de un día que tenía actuaciones de las 10 de la mañana a las 21 de la noche, así que Jordi entendió que esa noche dormiríamos en Kouvola, la primera lección empezó con el primer concierto, estaban preparando los atriles y micros para un coro, se veían nerviosos, todos de azul, dos violines y dos acordeones los reforzaban, entonces subió una señora de unos 70 años, vestida como todo el coro, con un atril en la mano y se puso delante del coro,....era la directora del coro de unas 50 personas, esa señora los dirigió, les calmó los nervios y los hizo cantar afinados y seguros, ¿por qué esperaba yo un hombre con traje y corbata para dirigir el coro? no esperaba una mujer de 70 años vestida como el coro y llevando su propio atril, quizás por los estereotipos de una sociedad aún marcada por el dominio masculino. Cuando terminaron no pude evitarlo y fui a hablar con ella, para mí fue muy importante verla en esa situación haciéndose respetar y sobretodo, que nadie de todo el público ni músicos lo viera como algo extraordinario, quizás y sólo quizás, un día en nuestro país no nos sorprenderemos al ver una mujer de 70 años dirigiendo un conjunto musical, llevando su propio atril y siendo la última en bajar del escenario. Siguieron las actuaciones durante todo el día así que nos quedamos a comer en la feria, estuvo muy bien organizado, tocaron grupos de mayores, jóvenes del pueblo, y por la noche (las 20h de la tarde) fue el plato fuerte, mi segunda lección, una orquesta profesional la Kymi Sinfonietta, estaba toda la calle reventando de gente, mayores, jóvenes con el pelo teñido de rosa, azul, naranja,... tatuajes, niños y niñas. Y todos de pie, aguantando una hora, un concierto de un nivel impresionante, gratis, en la calle para todo el mundo, quitando el punto de vista elitista del auditorio, escenario, gente vestida para la ocasión con sus mejores vestidos y trajes, presumiendo que van a un concierto, que quizás mientras escuchan están pensando que los miran de lo guapos que están, no era música para ricos, era música para el pueblo, una hora y todos de pie, al final del concierto la gente pedía un bis, y después otro.... Una lección enorme para mis puntos de vista que cada día se refuerzan más.
Y al final llegamos a Helsinki, de momento el abrigo se ha quedad en la furgoneta, se ve una ciudad limpia, llena de vida joven, llegamos ayer y hoy vamos a disfrutarla al máximo.
El próximo post ya será des de Rusia, os contaremos cómo fue la experiencia de la frontera, que a mí me quita un poco el sueño, todos los papeles, el idioma, la furgo....
salmón ahumado en Havre
Interesante conferencia sobre los Samis



Con Xavi y Anna

Festival de conciertos en Kouvola

Mercado de Oulu

Parque nacional de Repovesi

jueves, 4 de agosto de 2016

Norte de Europa

Buenas tardes desde Mosjoen, uno de los primeros pueblos que encontramos al entrar a North Norway, el norte del norte. Han pasado 20 días des de que iniciamos nuestro viaje alrededor del mundo, empezando por el norte de Europa, algunos nos decís que vamos demasiado rápido, pero tenemos que pensar siempre que el visado de Rusia empieza el 1 de septiembre y termina el 30, así que el 1 sin falta tenemos que estar en la frontera.
Hasta ahora hemos pasado por Alemania, Dinamarca, Suecia y Noruega. Podemos deciros que los más serios en el tema fronterizo son los noruegos. Ni en Francia ni en Alemania nos enteramos que habíamos pasado al siguiente país, en Dinamarca nos preguntaron de dónde éramos y hacia dónde íbamos, nos pidieron los pasaportes y el carnet de conducir, en Suecia nos preguntaron de dónde éramos y hacia dónde íbamos, pero nada más, en Noruega nos pidieron los papeles del coche, pasaportes, carnets de conducir, tiempo que duraría el viaje, cuánto tiempo estaríamos en Noruega, qué ruta seguiríamos para pasar Noruega, y todo en inglés, ya empezamos a estar un poco más cómodos con el inglés, de vez en cuando intuimos qué nos están diciendo y contestamos, a veces acertamos y a veces no, pero bueno así vamos mejorando,....o eso esperamos.
Por el tema cálculos, por ahora no nos salimos de lo establecido, aunque Noruega tiene el diésel muchísimo más caro de lo que esperábamos, así que no nos podemos desplazar mucho de la ruta marcada, para no hacer muchos más quilómetros de lo que habíamos calculado. La suerte es que todos estos países están muy preparados para las furgonetas camperizadas, hay muchos baños y puntos de agua donde recargar los bidones. Como ya os dijimos Berlín nos encantó, Copenague nos gustó mucho pero había mucha gente, sobretodo por los cruceros,....que parece que nos siguen, porque nos los vamos encontrando por todas partes. Suecia nos gustó mucho, pero más la parte rural y natural que la ciudad de Goteborg que fue la que visitamos, fuimos a Molle, donde se encuentra el parque nacional de Kullanberg allí hicimos muchas rutas y nos bañamos a una temperatura un poco fría para nosotros (aunque no íbamos a dejar pasar esta oportunidad). Oslo nos pareció una ciudad un poco pequeña, pero después de Berlín creemos que muchas ciudades nos parecerán pequeñas, aunque dentro de un mes le toca a Moscú,....ya veremos quién se queda pequeña entonces. Pero es una ciudad muy cuidada, sin mucho ruido y bien organizada. A partir de Oslo es cuando nos hemos tenido que apretar más el cinturón, una cerveza en TODA Noruega cuesta 9 euros, vayas donde vayas, primero creímos que nos tomaban el pelo, después que nos habían timado, más tarde conocimos a un Noruego que nos explicó que sí es así, y casi todo el precio del alcohol son impuestos, aunque con el frío que hace aquí no nos viene tan de gusto una caña fresquita en una terraza mientras te toca el sol. Seguimos subiendo y llegamos al Valle de Roseland, allí fue donde los dos nos enamoramos del lugar, estuvimos en un pueblo llamado Andalsnes, muy limpio y cuidado, unas montañas impresionantes, zonas de escalar donde nos pasamos unos días dejándonos los dedos, hicimos una ruta subiendo un pico de 1.000m que no es para tanto, aunque subía totalmente vertical, nos dejamos allí las rodillas. Aunque tan mal no estaremos, porque mañana subiremos otro pico igual de vertical. En Andalsnes conocimos a una familia alemana que al ver nuestra matrícula nos regalaron unos chocolates alemanes, se pusieron muy contentos al ver cómo había gente de todas partes moviéndose por toda Europa.
Todo esto buscando zonas para ducharnos, y sinó en la furgoneta, tenemos que agradecer millones de veces una ducha portátil que nos regalaron antes de irnos, porque nos está salvando de muchos apuros. Estuvimos en Trondheim una ciudad pequeña y muy "retro" allí nos encontramos 50 koronas, bueno eso son 6 euros, ni para una cerveza nos llegó. 
Nos estamos adaptando los tres, Jordi, yo y la furgoneta, cada uno se preocupa de una cosa, yo me preocupo de los cálculos, tenemos que tener siempre el dinero claro ya que tenemos que vivir los dos años, Jordi se preocupa de la furgoneta, muchas mañanas me despierto y al levantarme veo el capó abierto, ya está revisando que todo esté como estaba el día anterior, hoy hemos estado buscando una mini tuerca del 10 (yo no sabía qué era una tuerca, ahora ya sé hasta cómo es la tuerca del 10), al final nos la han regalado en un taller, ya está más contentillo ahora. Y la furgo se tiene que preocupar de ir bien, tranquilita, sin darnos sustos y ponernos buena música durante el viaje ;).
Hay muchos blogs de viajeros que dicen que es la mejor experiencia de tu vida, a 20 días de viaje yo sólo puedo decir, con la poca experiencia que tengo, por ahora es la mejor experiencia de mi vida, no sólo el viajar y conocer lugares, lo mejor de todo es el conocerte a ti mismo, cada día un poco más, aprender a respetar, son muchas horas los dos juntos y tenemos que saber respetar nuestros espacios, y por ahora parece ser que lo llevamos bien, ya veremos, nos queda mucho tiempo por delante y muchas ganas de ver qué pasa.
Molle Suecia, primer contacto con el mar báltico

Andalsnes, valle de Roseland, las cinco de la tarde es la hora de la lluvia

Trondheim, coincidimos con el festival medieval de verano

Por las noches se disputa el campeonato mundial de dominó y de brisca