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miércoles, 4 de octubre de 2017

Cuba y...vuelta a casa

04/10/2017
Empezamos a terminar nuestra aventura. Buenos días desde Amberes (Bélgica). Estamos esperando nuestra furgoneta, que salió de Baltimore hace un mes y hoy ha llegado a esta ciudad, aunque debemos esperar un día para poder recogerla.
Estamos en la biblioteca pública, porque se nos acumulan las historias que contar, nos han dejado un ordenador (en el sistema de teclado distinto al que se usa en nuestra casa y sin la letra que ocupa un lugar entre la N y la O en el alfabeto)....vamos a ver cómo sale esto....será divertido.

Tenemos 1 hora para poder resumiros un poco cóno ha sido nuestro paso por Cuba, así que seremos breves, quizás no nos de tiempo de contaros cómo viven los cubanos la revolución (aún activa) cómo compramos 4 langostas recién pescadas por 4 euros, cómo nos la cocinaron al "microwey", hasta donde tenemos ganas de llegar a nuestras casas, estar con nuestras famílias, comer nuestra comida y empezar otra nueva aventura como es nuestra vida.

Como os decíamos, la furgo salió hace un mes de Baltimore, ella vino hacia Europa y nosotros fuimos hacia Cuba, llegamos justo un día antes que el huracán Irma. En el avión éramos 10 pasajeros, 8 cubanos y nosotros 2. Aunque la empresa con la que habíamos reservado los billetes nos había contactado para poder anular el vuelo nosotros preferimos ir y poder ver la fuerza de la naturaleza, cómo la gente de un pueblo acostumbrado a este fenómeno se prepara comprando agua, subiendo tabiques de obra en las puertas de las casas para que el agua no entre, cómo pasan la noche despiertos viendo como el viento tira árboles, farolas, semáforos, etc. Y cómo despierta el día siguiente con sol, todas las calles llenas de agua, de escombros y con el pueblo preparado para remontar, una vez más, sus espacios y sus vidas, sabiendo que éste es un hecho contra el que no se puede luchar, porque está por encima de todos nosotros, simplemente se debe respetar.

Pasados esos días del huracán nos dimos cuenta que la máxima dificultad de este acto metereológico está en el después (dónde encontrar comida, ciudades sin luz ni agua durante más de 15 días) y la gente simplemente esperando, al preguntar a las personas nos decían,...esto es un huracán, estamos vivos y a salvo, ahora sólo podemos esperar.
Estuvimos una semana por La Habana, viendo como se iba recuperando poco a poco, los pocos coches que hay se empezaban a dejar ver por la ciudad, los chevrolets rosa ya salían a pasear turistas.
Pudimos entrar en la fábrica de Habanos y poder vivir la vida del pueblo en una casita en la que dormimos durante esa semana.

Después de esta semana en La Habana reservamos un coche para poder recorrer la isla de cuba. En la casita en la que dormíamos conocimos a David y Ela una pareja franco-polonesa que empiezan a recorrer América con sus mochilas, se apuntaron a venir unos días con nosotros así que nos fuimos los 4 juntos a ver Cuba: Cienfuegos donde dormimos en casa de Ramona y Héctor, El Nicho, un paraje natural increíble con unas cascadas naturales desbordantes debido al huracán, Trinidad, donde estuvimos en casa de Luís. Allí se separaron nuestros caminos ellos fueron hacia el norte y nosotros seguimos bajando, hacia las ciudades de Ciego de Ávila y Camaguey, allí teníamos que decidir si seguíamos bajando o empezábamos a subir de nuevo. Teníamos que vijilar, el precio de la gasolina es terriblemente caro, el precio de la comida también y no puedes pagar nada con tarjeta de crédito, y podéis imaginar que a estas alturas nuestro presupuesto en "cash" es bastante inexistente. Así que empezamos nuestro camino hacia Santa Clara, donde se encuentran los restos de Ernesto Che Guevara. Seguimos hacia Varadero,...para los que no lo sepáis, en Varadero es donde están algunos de los ressorts de Cuba y sí, decidimos dedicar los últimos 3 días antes de volver a Europa a estar en un Ressort, nadando, comiendo y durmiendo, y así lo hicimos y fue tanto que el último día yo me puse mala de tanto comer. Pero con las suficientes fuerzas para volver a La Habana, coger el avión, pasar 24 horas viajando, cambiando de aviones, cogiendo buses, buscando el hotel y poder recuperarme comiendo el maravilloso queso de Bélgica a un precio maravilloso también.
 
Esperamos estar en camino de nuestra casa bien pronto y, al llegar, poder explicaros con calma y con muchas ganas las mil historias que llevamos dentro, que nos hacen reír al recordarlas, volver a adaptarnos al ritmo que va a ser el nuestro de nuevo, esta vez con otros ojos, unos ojos que han visto más y aunque quizás más cansados con ganas de seguir viendo y viviendo.

café y habano

preparativos para la llegada de Irma

Primeras lluvias del huracán

después del paso de Irma

Pasando un  buen rato

Malecón 

Así es Cuba

Sol del trópico

La Habana

Capitolio

Con David y Ela

Haciendo amigos

Con Ramona y Héctor en Cienfuegos

Camino al Nicho

Nicho

Trinidad

Langosta a 1 euro

Santa Clara

Camino a Matanzas

En el autobús de Matanzas

Cueva de Saturno

Playa de Varadero

Puesta de sol en Varadero

Preparados para volver


domingo, 27 de agosto de 2017

Costa Este

buenos días desde Memphis, en el sur de Tenessee, lo más al norte que vamos a estar del río Mississippi.
El otro día estaba hablando con Jordi, pensando que tendríamos que hacer otro post pronto, por todo lo que nos estaba pasando. Desde que pasamos Nueva York, hicimos toda la costa este hasta Miami, volvimos a subir por el golfo de Mexico hasta Nueva Orleans y emprendimos camino hacia el norte siguiendo el cauce del río Mississippi hasta llegar aquí a Memphis. Como me parece muy difícil explicaros lo que siento en todo este recorrido, creo que voy a intentar relatar los hechos objetivamente,...si es que puedo.
Bien, empiezo, salimos de Nueva York (Jordi todo eufórico de estar en El Bronx,...creo que ya piensa que es negro) pasamos por Philadelphia pensando que no íbamos ni a parar, pero vimos un ambiente muy agradable, mucha gente en las calles, y bueno, un rincón, justo delante del museo de arte donde había muchísima gente reunida haciendo fotos,...Jordi me dijo que seguro que era la estatua de Rocky Balboa....no puede ser, no puede ser que una ciudad haga una estatua sobre una película.... bien, ... como he descubierto que con Jordi no se puede discutir sobre cosas de la tele ya no digo nada más, sí, tienen una estatua de rocky balboa delante del museo de arte, y sí, hicimos la cola, y sí, nos hicimos la foto, pero esta foto no la vamos a poner en ningún post, jejeje. Seguimos bajando, escogimos bajar por el puente de Chesapeake, es uno de los puente más peligrosos de EEUU (bueno, eso dicen) une los estados de Maryland y Virginia, no nos pareció muy peligroso aunque sí era espectacular ver como el puente se convertía en túnel y volvía a salir para convertirse en puente de nuevo.
Seguimos bajando por la costa pasando por los estados de Virgina, Norte y sur Carolina y Georgia. En las playas de Norte Carolina nos lo pasamos muy bien, allí es donde hacen surf y nosotros, sin tabla, estuvimos pillando olas, a mí no me sale muy bien pero fue muy divertido intentar pillar las olas para que me llevaran a la orilla, al terminar teníamos arena por todas partes, menos mal que en estas playas hay duchas y pudimos recuperar nuestro estado original. Empezaba a hacer calor y empezábamos a sudar por la noche, aunque aún no hacía falta el ventilador que llevamos, una mañana nos despertamos y lo primero que vieron mis ojos fue una hilera de hormigas pasando por mi lado, nos levantamos y teníamos la furgo infectada de hormigas, habíamos aparcado encima de un hormiguero, madre mía estuvimos dos semanas intentando eliminarlas, aún sale alguna (bien un viaje completo no lo es si no has tenido contacto con chinches, cucarachas y....ahora hormigas). En estos tres estados nos llevamos alguna que otra sorpresa, atrás quedaron los tiempos en los que ibas por la carretera de Canadá y los coches te pitaban saludándote. En Georgia nos pitó un coche y sacó la mano por la ventanilla levantando un dedo con el símbolo: que os jodan, suponemos que vio nuestra matrícula europea. En los parquings de Walmart donde dormíamos, los blancos (porque sólo había blancos) nos miraban muy mal al vernos cerca de la furgo con la matrícula europea. Justo estuvimos en Virginia cuando se produjo la manifestación de la supremacía blanca que acabó con la vida de una joven,...bien...sólo puedo decir que se nota y mucho la realidad que está viviendo EEUU en estos tiempos (pero intentaré ser objetiva). Por fin llegamos a Florida, creíamos que llegábamos a uno de los estados más abiertos de EEUU, así que nos pudimos relajar un poco, aunque allí empezó el calor de verdad, el calor que nunca habíamos sentido antes, madre mía, qué calor, tuvimos que empezar a poner el ventilador por la noche, sudábamos como cerdos, fuimos a las maravillosas playas de Florida y el agua estaba terriblemente caliente, qué días más duros, no teníamos ni hambre, sólo sed y buscábamos rincones para ducharnos y duchas de las playas, eso sí, tenemos los poros más limpios del mundo, las caras más suaves que jamás habéis visto, parecen de porcelana. En Florida el dormir en una furgo no está muy permitido, realmente te sientes como en una caza de brujas, una noche nos despertaron a las 4 de la madrugada para decirnos que nos fuéramos que no podíamos dormir allí, otro día tal como aparcamos, algún blanco llamó a la policía alertando de una furgoneta blanca sospechosa y vinieron a decirnos que nos fuéramos (pero intentaré ser objetiva y no decir lo que siento). Pese al calor insoportable decidimos seguir bajando, llegar hasta los Cayos de Florida, poder ver la vegetación, cómo el coral se convierte en tierra, los cocodrilos al lado de la carretera y poder disfrutar en el agua mientras a tu lado tienes un pelícano tan tranquilo pescando su comida. Aunque muriendo de calor nos pareció un paisaje fabuloso y unos días maravillosos,...bueno justo en los días más calurosos que estuvimos allí a mí me vino la regla, bien, durante el viaje ella y yo nos hemos entendido muy bien, pero esta vez, del calor, me bajó la tensión y mientras entrábamos a un Walmart para que me diera el aire fresquito creo que me desmayé, recuerdo a Jordi subiéndome las piernas y luego llevándome dentro del centro comercial, donde compramos medicamentos y me tomé un café con hielo, realmente Jordi se está portando como un super héroe conmigo, me ayuda con las alergias, y está allí a mi lado siempre que la lío, sin quejarse sólo apechugando. La gente me pregunta qué cosas nuevas he visto, cómo me siento en el viaje,...bueno por ahora puedo decir que siento que no soy tan fuerte como creía, y la verdad, me gusta saber que no soy tan fuerte como creía, que sólo soy normal y que no puedo con todo.
Cuando empezamos a subir el golfo de Mexico recibimos la terrible noticia de los atentados en Barcelona y Cambrils, con los dedos encima de las teclas del ordenador no puedo encontrar ni una sola palabra para explicar lo que no sólo nosotros sentimos. Tan lejos de casa y queriendo estar allí, y a nosotros nos han dicho mil veces, tened cuidado en el viaje...ni podemos ni sabemos explicar lo que sentimos.
Pasamos del estado de Florida al de Alabama, allí una tarde de las que estamos jugando a nuestra partidilla de brisca, vimos que unas chicas intentaban arrancar el coche con unas pinzas, pero que no lo conseguían, estaban riendo (suponemos porque les costaba entender cómo iba lo de las pinzas), entonces nos acercamos para ayudarlas, se callaron, se pusieron serias y nos dijeron que no hacía falta que las ayudáramos,...bien debemos decir que las chicas eran negras,...y nosotros somos blancos (pero seré objetiva y no diré lo que siento). Siguiendo el viaje pudimos ver el eclipse solar del 21 de agosto, ¿por qué siempre se ven estas cosas en EEUU? fue espectacular, aunque lo miramos muy poquito porque no teníamos las gafas, cómo cambió la luz durante un par de horas, cómo la luna se iba poniendo delante del sol, ¡Qué maravilla!.
Llegó Louisiana, Nueva Orleans, empezó allí la sobredosis de música por todas partes, aparcamos en un parquing por 8 euros 24horas donde pueden aparcar las caravanas, campers, etc. así podíamos estar tranquilos visitando esta ciudad (o eso pensábamos), fue una locura, había música en vivo por todas partes, todo tenía forma de saxofón, me volvía loca, quería esto, aquello, aquello también, todo el presupuesto tambaleándose por Nueva Orleans, probando la comida criolla y cajún, cafés, arroz, pescado. El segundo día me fijé bien: los músicos que tocaban por las calles siempre eran los mismos en distintas formaciones y no vimos ni una sola chica tocando ningún instrumento,...qué cosas (pero seré objetiva y no diré lo que siento). El último día que estábamos en el parquing de Nueva Orleans, mientras desayunábamos vinieron 8 policías, porque un blanco les había dicho que había una furgoneta blanca sospechosa, nos pidieron el ticket del pago del parquing, nos preguntaron cuándo nos íbamos....(bien...ya sabéis...no diré lo que siento).
Nos fuimos de Nueva Orleans y justo salir de la ciudad una piedrecita golpeó la luna delantera , se empezó a rajar la luna, aunque poquito a poco, así que compramos una resina, para intentar parar el corte del cristal,...parece que por ahora funciona....ya veremos. Visitamos las plantaciones de algodón, donde podías ver cómo vivían, la ostentosidad de los criollos blancos, la vida de los esclavos negros, la pura realidad sureña.
Y de las plantaciones de Louisiana empezamos a subir el río Mississippi, siguiendo la ruta del río del blues, un río lleno de historia, de vida, que nos llevó hasta el pueblo de Clarksdale, el origen del blues, donde nos comimos unas hamburguesas en el local del actor Morgan Freeman, de allí ya nos dirigimos hasta Tenessee, aquí ya hace días que vemos casi todo gente de raza negra, en Memphis la mayoría de población es negra. Sólo llegar fuimos al visitor centre donde estamos ahora mismo, aquí los encargados (todos de raza negra) nos vieron cargando el ordenador y los teléfonos (porque por la noche todavía usamos la batería para el ventilador) nos dijeron que nos dirigiéramos a unos pocos metros de allí, que seguramente nos dejarían dejar la furgoneta para dormir, fuimos hacia allí y preguntamos a los encargados de seguridad (todos de raza negra también) a lo que nos respondieron que sin problemas, que qué curiosa nuestra matrícula y que sienten muchísimo los atentados de Barcelona y Cambrils (pero seré objetiva y no diré lo que siento). Estuvimos paseando por Memphis, viendo la calle Baile, allí fue donde empezaron a reivindicar los derechos de los negros, ahora todo son bares con música en vivo, impresionante música, el soul se mezcla con el country y el blues, estaba escuchando un concierto y el guitarrista (negro) ya se estaba flipando con el solo, una locura. Pudimos ir a ver el lugar donde asesinaron a Martin Luther King, ahora convertido en museo. En esta ciudad la gente parece realmente muy simpática y agradable, todo el mundo nos saludaba, y aunque es la segunda ciudad más peligrosa de Estados Unidos nosotros por ahora nos hemos sentido mucho más a gusto que en la costa este.

Bien, y ahora algunos os preguntaréis, por qué nuestra ruta vuelve a dirigirse hacia el norte. ¿Recordáis los días de navidad?, estábamos en Los Ángeles, esperando la furgoneta, los encargados de la aduana no querían darnos la furgoneta porque faltaba un papel, que ya habíamos pedido, el señor encargado de hacer el papel nos dijo que no nos haría el favor de hacerlo rápido, porque....no. Así que estuvimos 17 días en Los Ángeles esperando la furgo, durante estos 17 días teníamos que pagar un hotel que costaba 100€ la noche (era el más barato) por cada día que la furgo estaba en las aduanas teníamos que pagar 300€,...total que allí se quedaron 7.000 euros de nuestro presupuesto.
A partir de allí decidimos apretar el presupuesto y recuperarnos, pero fue imposible, así que lamentándolo mucho estamos dirigiéndonos hacia Baltimore, para enviar la furgoneta a Europa, dejando para otro momento Sur América.
Mientras nuestra furgo viaja hacia Europa (Bélgica) nosotros terminaremos el viaje en Cuba, siempre y cuando nos dejen salir de este país (ya que para entrar en Cuba necesitas un permiso del señor presidente de EEUU....que nosotros no vamos a tramitar....porque ya estamos cansados de sus historias)

Habremos conseguido dar la vuelta al mundo con nuestra furgoneta (con cristal o sin él) aunque gracias a este viaje nos quedarán mil proyectos nuevos.

atardeceres en el camino

el toldo de la furgo nos sirve para todo

miami beach, agua calentita calentita

cayos de Florida

pelícanos

Nueva Orleans

Nueva Orleans

Nueva Orleans

contratos de compra de esclavos

Memphis

Motel Lorraine, donde dispararon a Martin Luther King

luna de la furgo,...empieza el corte

sábado, 1 de julio de 2017

Bendita avería

Ya estamos aquí de nuevo amigos, para explicaros las cosas que nos han pasado estas últimas semanas, que no han sido pocas.
Después de varios miles de kilómetros de llanura para cruzar el centro de Canadá, llegamos a Thunder Bay, el primer pueblo que bordea el Lago Superior, el lago más grande del mundo, y no sé si será el más grande, pero desde luego cuando estás en su orilla tienes la sensación de estar en el mar, ya que ni desde lo alto de los acantilados que lo envuelven, puedes ver el otro lado, y es que tiene, ni más ni menos que 4.393 Km. de costa. Nos ha regalado grandes vistas y esos magníficos acantilados de los que hablaba donde hemos podido escalar. Allí conocimos a Mike y Robert, dos escaladores “sesenteros” y muy auténticos, autóctonos de la zona, muy amablemente nos estuvieron enseñando las zonas de escalada cercanas. Después de destrozarnos las yemas de los dedos, emprendimos marcha, bordeando todo el lado canadiense del lago superior, hacia Toronto. Toronto, vaya ciudad guapa guapa, creo que en el “ranquing” de este viaje, sin duda es de las mejores, sino la mejor de todas, una mezcla de edificios altos y casas bajitas impregnadas de graffittis, una multiculturalidad y mezcla de razas como no había visto hasta ahora, comprobamos científicamente que en el metro no entran dos personas seguidas de la misma raza, por no hablar de la amabilidad de su gente. Nada más llegar, íbamos por el centro con nuestra furgo, reconociendo un poco la ciudad y buscando alguna zona gratis para aparcar, entonces nos adelantó por la derecha un tipo en bicicleta y nos preguntó a voces,
-¡¡¡de dónde sois, que no reconozco esta matrícula!!!
así llegamos a un semáforo en rojo y David se paró al lado de nuestra ventanilla, empezamos a explicarle nuestro viaje y... el semáforo se puso verde
-¡¡¡OOOh qué guai, qué gran aventura, que os vaya muy bien!!!
y así llegamos a otro semáforo en rojo y David se volvió a poner en nuestra ventanilla, le explicamos que estábamos buscando alguna zona gratis para aparcar y nos dijo que en el centro era bastante difícil, a todo esto el semáforo se volvió a poner en verde y nos dijo
-parad en esta gasolinera de aquí y os digo alguna zona para aparcar gratis.
allí estuvimos un rato charlando con él y su información nos fue de fábula, ya que encontramos una zona gratis y tranquila donde pudimos pasar unos días aparcados. Esa misma tarde terminamos tomando un café etíope con él, unos dumplings tibetanos y para rematar un par de cervecitas.
Estuvimos unos días más descubriendo y disfrutando esta maravillosa ciudad, sus barrios chino, portugués, latino, italiano, coreano, africano, y un largo etcétera, miles de ofertas culturales gratuitas, y es que, hay que ver cómo cuidan al ciudadano en este país.
Con gran pesar dejamos Toronto atrás, sin saber todavía lo que nos deparaba el futuro, una pequeña avería en nuestra furgoneta, pero... ¡Ay mare! ¡bendita avería!. Y es que emprendimos marcha hacia las cataratas del Niágara, en el camino hicimos una parada para visitar los famosos viñedos de la zona, cuando subimos de nuevo a la furgo pasó lo que llevaba tiempo esperando:
-Fátima, la furgo no arranca
-Bueno, ya hace tiempo que le cuesta arrancar, un día u otro tenía que pasar
-Ok, es hora de quemar el sándwich del almuerzo, tendremos que empujar
-Espera que me ato las zapatillas
Y allí estábamos los dos, empujando como jabatos, Fátima con los pies hinchados, pero no de empujar, sino de la presión con que se había atado los zapatos, chica previsora. Por esas cosas del destino que a unos quince metros teníamos una bajada que nos facilitó la tarea, la furgo empezó a coger carrerilla y saltando como en una peli de acción, nos metimos dentro, Jason Bourne y Marie Kreutz lograron arrancar la furgoneta y se dirigieron hacia Sta Catharina, el pueblo más cercano donde, otra vez por esas cosas del destino, había una casa Volkswagen, algo bastante raro en Canadá. Aparcamos en el parking y entramos a preguntar si nos podían arreglar la furgoneta,
-hasta la semana que viene imposible, tenemos el taller a tope
-ok pues entonces tendremos que dormir aquí porque nuestra furgoneta no arranca y nosotros vivimos en ella
-buf, veré qué puedo hacer
A los cinco minutos salieron, como de un anuncio de coches, seis mecánicos impolutos del taller en busca de la furgo, empujando la metieron dentro y se pusieron a arreglarla. Al rato salió un mecánico y nos dijo que el problema era una pieza del contacto, nada grave, pero la pieza no le llegaba hasta el lunes y estábamos a viernes, como solución para el fin de semana nos propuso hacer un bypass, eso en inglés, en castellano lo que viene siendo un puente de toda la vida y al más puro estilo del torete y el vaquilla salimos del taller arrancando nuestra furgoneta juntando dos cables.
No habíamos andado cinco metros que allí estaban Barry y Ann, nos pararon antes de que pudiéramos salir del taller y nos preguntaron si veníamos al festival Volkswagen, les dijimos que no, que se nos había roto la furgoneta y teníamos que esperar hasta el lunes. Nos explicaron que este fin de semana se hacía un festival Volkswagen en un pueblo cercano, el destino había hablado, Ok no tenemos nada que hacer hasta el lunes, puede estar bien. Se ofrecieron para llevarnos a la tienda que organizaba el evento y allá que nos fuimos. Llegamos a John's bug shop, estuvimos explicándoles nuestra situación y nuestro viaje a todos ellos. Nos fuimos hacia el camping donde se concentraban todas las furgos y coches del evento y nada más llegar ya nos estaba esperando AJ, otro organizador que ya sabía que íbamos para allá. Nos recibieron con los brazos abiertos, fogata encendida y cerveza fría, ¿podíamos pedir algo más?. Al día siguiente se hacía una ruta exhibición de todos los vehículos Volkswagen, a cual más limpio y brillante, entre todos ellos, allí estábamos nosotros, con nuestra furgo que lleva mierda pegada desde Mongolia. Una vez aparcados los 250 vehículos del evento, pudimos disfrutar de una barbacoa y de grandes conversaciones con toda la gente que flipaba con nuestra aventura y con nuestro método para arrancar la furgo. Con la barriga llena, preparados para irnos al camping se acercó un tipo y nos dijo que era periodista del diario Niagara This Week y nos quería hacer una entrevista sobre nuestro viaje, acabamos saliendo en portada. Una vez en el camping, AJ, buen tipo y mejor persona, nos sorprendió con un regalito digno de admirar, apareció con dos botellas de vino mágnum italiano, que nos bebimos entre los tres, visitando y charlando con los vecinos Volkswageneros, acabamos la noche a la vera de la hoguera con guitarra en mano. Al día siguiente no había quién se levantara, y cuando salimos de la furgo sólo quedábamos nosotros, no veas cómo madruga esta gente. El domingo era la exposición de todos los vehículos, nos fuimos para allá y nos volvimos a encontrar con Barry y Ann, nos habían preparado unos bocatas para comer con ellos, junto a ellos y otros compañeros pasamos todo el día disfrutando de actividades tales como quemar el motor de un coche o hacer equilibrio encima de una madera con los coches. Llegó el momento de entregar los premios y para nuestra sorpresa AJ, micrófono en mano, empezó a explicar a todo el mundo nuestra aventura, nuestro viaje y cómo el destino nos había llevado hasta allí, entonces dijo
-Ahora me quito el sombrero y lo dejo encima de la mesa, todos aquellos que queráis ayudar a estos chicos, podéis poner lo que queráis aquí dentro.
Anonadados vimos como la gente empezó a acercarse y a meter billetes dentro del sombrero, incluso un ganador compartió la mitad de su premio con nosotros, otros se acercaron y nos regalaron bandejas de comida y como remate final la organización nos volvió a invitar a cenar. Toda una demostración de bondad, amabilidad, respeto y otros tantos adjetivos que podría poner para esta maravillosa gente que conocimos este fin de semana. Todavía no había acabado todo, al día siguiente Barry y Ann vinieron al taller, mientras arreglaban la furgoneta, y nos dijeron que les gustaría pasar el día con nosotros y enseñarnos un poco toda la zona, así que empezamos el día con un desayuno a lo canadiense total (huevos, bacon, tostadas, mermelada, salchichas, café y colesterol), con la barriga llena y la furgo arreglada nos invitaron a su casa, nos dimos un buen bañito en su piscina, nos enseñaron dos magníficos mustangs clásicos que tenían en su garaje, también estuvimos visitando las cataratas del Niágara, algunos viñedos, hicimos una pequeña cata y volvimos a rematar el día con otra cena (fish & chips), al despedirnos nos sorprendieron, una vez más, regalándonos una matrícula canadiense, banderas y jabones para nuestro viaje. Nos hicieron sentir como en casa.
Este viaje nos está enseñando muchas cosas, sobretodo que afortunadamente, en el mundo, hay muchas más buenas que malas personas. Barry y Ann, AJ y John os estaremos agradecidos toda la vida.
 
esperando alguna solución

escalada en el lago superior

vistas desde los acantilados el lago superior

pictografías de los indígenas en la orilla del lago

Toronto

Toronto

cómo no...la CN Tower

buscando el problemilla

vino con AJ

guitarra a la vera del fuego

os presentamos a Barry y Ann

cena en uno de los lugares más lujosos del mundo

espectaculares cataratas

cataratas