Después de estos meses intentando adaptarnos un poco a nuestra nueva rutina, hemos conseguido terminar la memoria de nuestro viaje, con todo el presupuesto, documentos, material, camperización, etc. Como no podemos subir este dossier al blog os dejamos el índice.
Para quien quiera tener la información, ya sea para echarle un vistazo o por si puede servir de ayuda para montar un viajecito con sólo que nos enviéis vuestro mail os pasaremos el dossier encantados.
AVISO: Gmail nos da muchos problemas para recibir los mails para enviaros el dossier. Mejor si nos mandáis un mail a: fatimahidal@yahoo.es
Aquí podéis seguir las aventuras de nuestro viaje dando la vuelta al mundo en furgoneta
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miércoles, 3 de enero de 2018
Dossier memoria del viaje
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lunes, 6 de noviembre de 2017
Un sueño cumplido
¡Hemos
dado la vuelta al mundo! Sí sí, así como suena, hace casi un año
y medio que decidimos coger la carretera y aventurarnos sin saber qué
pasaría, una furgo con veinticinco años y dos locos con el alma
rebosando ilusión y nervios Poco a poco, kilómetro a kilómetro,
hemos ido descubriendo el mundo, sus paisajes, su naturaleza, sus
pueblos, sus ciudades y sobretodo su gente, la gente maravillosa que
existe por el mundo, en unos sitios mejor que en otros, pero
mayoritariamente buena gente, aprendiendo a sentirte a gusto fuera de
tu zona de confort, aprendiendo a confiar en gente que no conoces
absolutamente de nada, y es que el mundo nos ha enseñado que la
gente que menos tiene a menudo es la que más te da, bueno quizás la
que menos tiene a nuestro parecer, creo que son mucho más ricos en
otros valores, que nosotros hemos descubierto después de este
maravilloso viaje. Descubrir países que a priori tienen fama de
peligrosos, llegar allí y que te hagan sentir como en tu casa, que
te inviten a comer a su casa simplemente porque eres extranjero y has
llegado a su pequeño pueblo, incluso acabar con las reservas de
vodka de la aldea para celebrar la visita de estos dos tipos que un
buen día aparecieron por allí, dormir con una familia mongola
dentro de un ger (casa típica de los mongoles nómadas), degustar un
delicioso salmón recién pescado con auténticos nativos de la zona
norte canadiense, formar parte de rituales religiosos , disfrutar de
fiestas folclóricas de distintas aldeas, pueblos o ciudades, en
definitiva, formar parte del pueblo y su cultura correspondiente, y
todo esto sin esperar nada a cambio, sólo por conocer y disfrutar de
la compañía de buena gente como ellos, intercambiar culturas,
vivencias, y risas, sobretodo muchas risas, tengo que reconocer que a
Fátima y a mí al principio nos costó entender la ayuda y compañía
que te brinda la gente sin esperar nada a cambio.
Hemos
podido admirar un sol de medianoche increíble, cascadas heladas,
cascadas con su caudal rebosando, subir montañas llenas de
vegetación y otras áridas como el mismo infierno, unas auroras
boreales que tu cuerpo no sabe ni cómo reaccionar de la belleza que
llega a ser este fenómeno, árboles milenarios tocando el cielo,
cañones partiendo el suelo y permitiéndote adentrarte en ellos para
admirar la fuerza que un día mostró la naturaleza, cañones de
mármol, de piedra roja, de azufre, geisers, piscinas naturales de
aguas termales, playas que te dan la bienvenida al paraíso, cuevas
prehistóricas, hemos buceado entre miles de peces tropicales, de
noche con plancton luminiscente, otra de esas cosas que tiene la
naturaleza, que hace confundir a tu cerebro de tanta belleza, vivir
un terremoto o un huracán, pasar de menos 17 grados a 48, escalar en
muchos países diferentes paredes impresionantes, escalar acompañados
de yaks perdidos en algún sitio de Mongolia, o acompañados de
lugareños de la zona que aprovechan para intercambiar técnicas o
vivencias de este deporte que amamos, poder disfrutar de osos,
elefantes, cocodrilos, pumas, arces, ballenas, serpientes, águilas,
y un largo etc, todos y cada uno de ellos salvajes y en su hábitat
natural, descubrir la interesante, deliciosa y a veces no tan
deliciosa gastronomía que hay por el mundo, conducir por carreteras
interminables que nunca llega el horizonte, carreteras tan estrechas
que cabe medio coche, franqueadas a un lado por una inmensa pared y
al otro por un acantilado de vértigo, otras tapizadas con una
alfombra de nieve blanca, caminos de piedras y agujeros, descubriendo
volcanes, ríos rápidos y feroces o arroyos lentos y tranquilos,
montañas o paisajes que te dejan sin palabras, incluso
descubriéndonos a nosotros mismos.
Por
supuesto que no todo el camino ha sido color de rosa, también ha
habido momentos no tan buenos, estar dos meses lloviendo sin parar,
que dentro de una furgo sin ducha no es tan fácil como si estas en
casa, encontrarte a un personaje en la frontera de kazajistan que
quiere robarte, aparcar para pasar la noche en algún barrio no muy
tranquilo por decirlo de alguna manera, o encontrarte a algún
energúmeno que simplemente te odia porque no eres de su país, cosas
sin importancia que hacen el viaje más interesante y ameno, como ya
he dicho antes, en el mundo afortunadamente hay mucha más gente
buena que mala.
Hemos
conducido, volado, caminado, navegado y disfrutado 90000 kilómetros
de tierra, mar y aire, pero sobretodo hemos convivido con el mundo,
con admiración y respeto, hemos sido libres y felices, una
felicidad que no hubiera sido posible sin el apoyo incondicional de
nuestras familias y amigos, a todos ellos queremos agradecerles su
comprensión y respeto hacia esta maravillosa locura que un día se
nos pasó por la cabeza y hoy podemos estar bien contentos y
orgullosos de haber logrado, ahora seguiremos trabajando y montando
nuevas rutas para seguir conociendo lugares maravillosos como los que
hemos conocido hasta ahora, quizás, África? Quizás, Australia?
Bueno habrá que esperar algún tiempo para saberlo...
Hasta
pronto amigos.
P.D.
Seguiremos en esta página colgando fotos, vídeos, y muchas más
cosas que nos han quedado en el tintero, y por supuesto que
seguiremos contestando vuestras preguntas o dudas que tengáis a la
hora de hacer o montar un viaje, ya sabéis que intentamos ayudar en
la medida que podemos, un saludo viajero.
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miércoles, 25 de octubre de 2017
Vídeo honorífico a la verdadera campeona, nuestra Volkswagen T4
Aquí os pasamos un vídeo que hemos creído necesario, para enseñaros cómo ha aguantado, resistido y respondido nuestra Volkswagen T4, con 25 años dando la vuelta al mundo, aguantando frío, calor, osos, bisontes y lo que se le ponga delante. Nuestra campeona, nuestra caballita mora.
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lunes, 16 de octubre de 2017
Nuevo vídeo: Fahrenheit
Buenos días, aquí subimos otro pequeño vídeo de nuestra vuelta al mundo en furgoneta
https://youtu.be/hry-3DgNzQ0
https://youtu.be/hry-3DgNzQ0
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jueves, 12 de octubre de 2017
1 año de viaje
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domingo, 27 de agosto de 2017
Costa Este
buenos días desde Memphis, en el sur de Tenessee, lo más al norte que vamos a estar del río Mississippi.
El otro día estaba hablando con Jordi, pensando que tendríamos que hacer otro post pronto, por todo lo que nos estaba pasando. Desde que pasamos Nueva York, hicimos toda la costa este hasta Miami, volvimos a subir por el golfo de Mexico hasta Nueva Orleans y emprendimos camino hacia el norte siguiendo el cauce del río Mississippi hasta llegar aquí a Memphis. Como me parece muy difícil explicaros lo que siento en todo este recorrido, creo que voy a intentar relatar los hechos objetivamente,...si es que puedo.
Bien, empiezo, salimos de Nueva York (Jordi todo eufórico de estar en El Bronx,...creo que ya piensa que es negro) pasamos por Philadelphia pensando que no íbamos ni a parar, pero vimos un ambiente muy agradable, mucha gente en las calles, y bueno, un rincón, justo delante del museo de arte donde había muchísima gente reunida haciendo fotos,...Jordi me dijo que seguro que era la estatua de Rocky Balboa....no puede ser, no puede ser que una ciudad haga una estatua sobre una película.... bien, ... como he descubierto que con Jordi no se puede discutir sobre cosas de la tele ya no digo nada más, sí, tienen una estatua de rocky balboa delante del museo de arte, y sí, hicimos la cola, y sí, nos hicimos la foto, pero esta foto no la vamos a poner en ningún post, jejeje. Seguimos bajando, escogimos bajar por el puente de Chesapeake, es uno de los puente más peligrosos de EEUU (bueno, eso dicen) une los estados de Maryland y Virginia, no nos pareció muy peligroso aunque sí era espectacular ver como el puente se convertía en túnel y volvía a salir para convertirse en puente de nuevo.
Seguimos bajando por la costa pasando por los estados de Virgina, Norte y sur Carolina y Georgia. En las playas de Norte Carolina nos lo pasamos muy bien, allí es donde hacen surf y nosotros, sin tabla, estuvimos pillando olas, a mí no me sale muy bien pero fue muy divertido intentar pillar las olas para que me llevaran a la orilla, al terminar teníamos arena por todas partes, menos mal que en estas playas hay duchas y pudimos recuperar nuestro estado original. Empezaba a hacer calor y empezábamos a sudar por la noche, aunque aún no hacía falta el ventilador que llevamos, una mañana nos despertamos y lo primero que vieron mis ojos fue una hilera de hormigas pasando por mi lado, nos levantamos y teníamos la furgo infectada de hormigas, habíamos aparcado encima de un hormiguero, madre mía estuvimos dos semanas intentando eliminarlas, aún sale alguna (bien un viaje completo no lo es si no has tenido contacto con chinches, cucarachas y....ahora hormigas). En estos tres estados nos llevamos alguna que otra sorpresa, atrás quedaron los tiempos en los que ibas por la carretera de Canadá y los coches te pitaban saludándote. En Georgia nos pitó un coche y sacó la mano por la ventanilla levantando un dedo con el símbolo: que os jodan, suponemos que vio nuestra matrícula europea. En los parquings de Walmart donde dormíamos, los blancos (porque sólo había blancos) nos miraban muy mal al vernos cerca de la furgo con la matrícula europea. Justo estuvimos en Virginia cuando se produjo la manifestación de la supremacía blanca que acabó con la vida de una joven,...bien...sólo puedo decir que se nota y mucho la realidad que está viviendo EEUU en estos tiempos (pero intentaré ser objetiva). Por fin llegamos a Florida, creíamos que llegábamos a uno de los estados más abiertos de EEUU, así que nos pudimos relajar un poco, aunque allí empezó el calor de verdad, el calor que nunca habíamos sentido antes, madre mía, qué calor, tuvimos que empezar a poner el ventilador por la noche, sudábamos como cerdos, fuimos a las maravillosas playas de Florida y el agua estaba terriblemente caliente, qué días más duros, no teníamos ni hambre, sólo sed y buscábamos rincones para ducharnos y duchas de las playas, eso sí, tenemos los poros más limpios del mundo, las caras más suaves que jamás habéis visto, parecen de porcelana. En Florida el dormir en una furgo no está muy permitido, realmente te sientes como en una caza de brujas, una noche nos despertaron a las 4 de la madrugada para decirnos que nos fuéramos que no podíamos dormir allí, otro día tal como aparcamos, algún blanco llamó a la policía alertando de una furgoneta blanca sospechosa y vinieron a decirnos que nos fuéramos (pero intentaré ser objetiva y no decir lo que siento). Pese al calor insoportable decidimos seguir bajando, llegar hasta los Cayos de Florida, poder ver la vegetación, cómo el coral se convierte en tierra, los cocodrilos al lado de la carretera y poder disfrutar en el agua mientras a tu lado tienes un pelícano tan tranquilo pescando su comida. Aunque muriendo de calor nos pareció un paisaje fabuloso y unos días maravillosos,...bueno justo en los días más calurosos que estuvimos allí a mí me vino la regla, bien, durante el viaje ella y yo nos hemos entendido muy bien, pero esta vez, del calor, me bajó la tensión y mientras entrábamos a un Walmart para que me diera el aire fresquito creo que me desmayé, recuerdo a Jordi subiéndome las piernas y luego llevándome dentro del centro comercial, donde compramos medicamentos y me tomé un café con hielo, realmente Jordi se está portando como un super héroe conmigo, me ayuda con las alergias, y está allí a mi lado siempre que la lío, sin quejarse sólo apechugando. La gente me pregunta qué cosas nuevas he visto, cómo me siento en el viaje,...bueno por ahora puedo decir que siento que no soy tan fuerte como creía, y la verdad, me gusta saber que no soy tan fuerte como creía, que sólo soy normal y que no puedo con todo.
Cuando empezamos a subir el golfo de Mexico recibimos la terrible noticia de los atentados en Barcelona y Cambrils, con los dedos encima de las teclas del ordenador no puedo encontrar ni una sola palabra para explicar lo que no sólo nosotros sentimos. Tan lejos de casa y queriendo estar allí, y a nosotros nos han dicho mil veces, tened cuidado en el viaje...ni podemos ni sabemos explicar lo que sentimos.
Pasamos del estado de Florida al de Alabama, allí una tarde de las que estamos jugando a nuestra partidilla de brisca, vimos que unas chicas intentaban arrancar el coche con unas pinzas, pero que no lo conseguían, estaban riendo (suponemos porque les costaba entender cómo iba lo de las pinzas), entonces nos acercamos para ayudarlas, se callaron, se pusieron serias y nos dijeron que no hacía falta que las ayudáramos,...bien debemos decir que las chicas eran negras,...y nosotros somos blancos (pero seré objetiva y no diré lo que siento). Siguiendo el viaje pudimos ver el eclipse solar del 21 de agosto, ¿por qué siempre se ven estas cosas en EEUU? fue espectacular, aunque lo miramos muy poquito porque no teníamos las gafas, cómo cambió la luz durante un par de horas, cómo la luna se iba poniendo delante del sol, ¡Qué maravilla!.
Llegó Louisiana, Nueva Orleans, empezó allí la sobredosis de música por todas partes, aparcamos en un parquing por 8 euros 24horas donde pueden aparcar las caravanas, campers, etc. así podíamos estar tranquilos visitando esta ciudad (o eso pensábamos), fue una locura, había música en vivo por todas partes, todo tenía forma de saxofón, me volvía loca, quería esto, aquello, aquello también, todo el presupuesto tambaleándose por Nueva Orleans, probando la comida criolla y cajún, cafés, arroz, pescado. El segundo día me fijé bien: los músicos que tocaban por las calles siempre eran los mismos en distintas formaciones y no vimos ni una sola chica tocando ningún instrumento,...qué cosas (pero seré objetiva y no diré lo que siento). El último día que estábamos en el parquing de Nueva Orleans, mientras desayunábamos vinieron 8 policías, porque un blanco les había dicho que había una furgoneta blanca sospechosa, nos pidieron el ticket del pago del parquing, nos preguntaron cuándo nos íbamos....(bien...ya sabéis...no diré lo que siento).
Nos fuimos de Nueva Orleans y justo salir de la ciudad una piedrecita golpeó la luna delantera , se empezó a rajar la luna, aunque poquito a poco, así que compramos una resina, para intentar parar el corte del cristal,...parece que por ahora funciona....ya veremos. Visitamos las plantaciones de algodón, donde podías ver cómo vivían, la ostentosidad de los criollos blancos, la vida de los esclavos negros, la pura realidad sureña.
Y de las plantaciones de Louisiana empezamos a subir el río Mississippi, siguiendo la ruta del río del blues, un río lleno de historia, de vida, que nos llevó hasta el pueblo de Clarksdale, el origen del blues, donde nos comimos unas hamburguesas en el local del actor Morgan Freeman, de allí ya nos dirigimos hasta Tenessee, aquí ya hace días que vemos casi todo gente de raza negra, en Memphis la mayoría de población es negra. Sólo llegar fuimos al visitor centre donde estamos ahora mismo, aquí los encargados (todos de raza negra) nos vieron cargando el ordenador y los teléfonos (porque por la noche todavía usamos la batería para el ventilador) nos dijeron que nos dirigiéramos a unos pocos metros de allí, que seguramente nos dejarían dejar la furgoneta para dormir, fuimos hacia allí y preguntamos a los encargados de seguridad (todos de raza negra también) a lo que nos respondieron que sin problemas, que qué curiosa nuestra matrícula y que sienten muchísimo los atentados de Barcelona y Cambrils (pero seré objetiva y no diré lo que siento). Estuvimos paseando por Memphis, viendo la calle Baile, allí fue donde empezaron a reivindicar los derechos de los negros, ahora todo son bares con música en vivo, impresionante música, el soul se mezcla con el country y el blues, estaba escuchando un concierto y el guitarrista (negro) ya se estaba flipando con el solo, una locura. Pudimos ir a ver el lugar donde asesinaron a Martin Luther King, ahora convertido en museo. En esta ciudad la gente parece realmente muy simpática y agradable, todo el mundo nos saludaba, y aunque es la segunda ciudad más peligrosa de Estados Unidos nosotros por ahora nos hemos sentido mucho más a gusto que en la costa este.
Bien, y ahora algunos os preguntaréis, por qué nuestra ruta vuelve a dirigirse hacia el norte. ¿Recordáis los días de navidad?, estábamos en Los Ángeles, esperando la furgoneta, los encargados de la aduana no querían darnos la furgoneta porque faltaba un papel, que ya habíamos pedido, el señor encargado de hacer el papel nos dijo que no nos haría el favor de hacerlo rápido, porque....no. Así que estuvimos 17 días en Los Ángeles esperando la furgo, durante estos 17 días teníamos que pagar un hotel que costaba 100€ la noche (era el más barato) por cada día que la furgo estaba en las aduanas teníamos que pagar 300€,...total que allí se quedaron 7.000 euros de nuestro presupuesto.
A partir de allí decidimos apretar el presupuesto y recuperarnos, pero fue imposible, así que lamentándolo mucho estamos dirigiéndonos hacia Baltimore, para enviar la furgoneta a Europa, dejando para otro momento Sur América.
Mientras nuestra furgo viaja hacia Europa (Bélgica) nosotros terminaremos el viaje en Cuba, siempre y cuando nos dejen salir de este país (ya que para entrar en Cuba necesitas un permiso del señor presidente de EEUU....que nosotros no vamos a tramitar....porque ya estamos cansados de sus historias)
Habremos conseguido dar la vuelta al mundo con nuestra furgoneta (con cristal o sin él) aunque gracias a este viaje nos quedarán mil proyectos nuevos.
El otro día estaba hablando con Jordi, pensando que tendríamos que hacer otro post pronto, por todo lo que nos estaba pasando. Desde que pasamos Nueva York, hicimos toda la costa este hasta Miami, volvimos a subir por el golfo de Mexico hasta Nueva Orleans y emprendimos camino hacia el norte siguiendo el cauce del río Mississippi hasta llegar aquí a Memphis. Como me parece muy difícil explicaros lo que siento en todo este recorrido, creo que voy a intentar relatar los hechos objetivamente,...si es que puedo.
Bien, empiezo, salimos de Nueva York (Jordi todo eufórico de estar en El Bronx,...creo que ya piensa que es negro) pasamos por Philadelphia pensando que no íbamos ni a parar, pero vimos un ambiente muy agradable, mucha gente en las calles, y bueno, un rincón, justo delante del museo de arte donde había muchísima gente reunida haciendo fotos,...Jordi me dijo que seguro que era la estatua de Rocky Balboa....no puede ser, no puede ser que una ciudad haga una estatua sobre una película.... bien, ... como he descubierto que con Jordi no se puede discutir sobre cosas de la tele ya no digo nada más, sí, tienen una estatua de rocky balboa delante del museo de arte, y sí, hicimos la cola, y sí, nos hicimos la foto, pero esta foto no la vamos a poner en ningún post, jejeje. Seguimos bajando, escogimos bajar por el puente de Chesapeake, es uno de los puente más peligrosos de EEUU (bueno, eso dicen) une los estados de Maryland y Virginia, no nos pareció muy peligroso aunque sí era espectacular ver como el puente se convertía en túnel y volvía a salir para convertirse en puente de nuevo.
Seguimos bajando por la costa pasando por los estados de Virgina, Norte y sur Carolina y Georgia. En las playas de Norte Carolina nos lo pasamos muy bien, allí es donde hacen surf y nosotros, sin tabla, estuvimos pillando olas, a mí no me sale muy bien pero fue muy divertido intentar pillar las olas para que me llevaran a la orilla, al terminar teníamos arena por todas partes, menos mal que en estas playas hay duchas y pudimos recuperar nuestro estado original. Empezaba a hacer calor y empezábamos a sudar por la noche, aunque aún no hacía falta el ventilador que llevamos, una mañana nos despertamos y lo primero que vieron mis ojos fue una hilera de hormigas pasando por mi lado, nos levantamos y teníamos la furgo infectada de hormigas, habíamos aparcado encima de un hormiguero, madre mía estuvimos dos semanas intentando eliminarlas, aún sale alguna (bien un viaje completo no lo es si no has tenido contacto con chinches, cucarachas y....ahora hormigas). En estos tres estados nos llevamos alguna que otra sorpresa, atrás quedaron los tiempos en los que ibas por la carretera de Canadá y los coches te pitaban saludándote. En Georgia nos pitó un coche y sacó la mano por la ventanilla levantando un dedo con el símbolo: que os jodan, suponemos que vio nuestra matrícula europea. En los parquings de Walmart donde dormíamos, los blancos (porque sólo había blancos) nos miraban muy mal al vernos cerca de la furgo con la matrícula europea. Justo estuvimos en Virginia cuando se produjo la manifestación de la supremacía blanca que acabó con la vida de una joven,...bien...sólo puedo decir que se nota y mucho la realidad que está viviendo EEUU en estos tiempos (pero intentaré ser objetiva). Por fin llegamos a Florida, creíamos que llegábamos a uno de los estados más abiertos de EEUU, así que nos pudimos relajar un poco, aunque allí empezó el calor de verdad, el calor que nunca habíamos sentido antes, madre mía, qué calor, tuvimos que empezar a poner el ventilador por la noche, sudábamos como cerdos, fuimos a las maravillosas playas de Florida y el agua estaba terriblemente caliente, qué días más duros, no teníamos ni hambre, sólo sed y buscábamos rincones para ducharnos y duchas de las playas, eso sí, tenemos los poros más limpios del mundo, las caras más suaves que jamás habéis visto, parecen de porcelana. En Florida el dormir en una furgo no está muy permitido, realmente te sientes como en una caza de brujas, una noche nos despertaron a las 4 de la madrugada para decirnos que nos fuéramos que no podíamos dormir allí, otro día tal como aparcamos, algún blanco llamó a la policía alertando de una furgoneta blanca sospechosa y vinieron a decirnos que nos fuéramos (pero intentaré ser objetiva y no decir lo que siento). Pese al calor insoportable decidimos seguir bajando, llegar hasta los Cayos de Florida, poder ver la vegetación, cómo el coral se convierte en tierra, los cocodrilos al lado de la carretera y poder disfrutar en el agua mientras a tu lado tienes un pelícano tan tranquilo pescando su comida. Aunque muriendo de calor nos pareció un paisaje fabuloso y unos días maravillosos,...bueno justo en los días más calurosos que estuvimos allí a mí me vino la regla, bien, durante el viaje ella y yo nos hemos entendido muy bien, pero esta vez, del calor, me bajó la tensión y mientras entrábamos a un Walmart para que me diera el aire fresquito creo que me desmayé, recuerdo a Jordi subiéndome las piernas y luego llevándome dentro del centro comercial, donde compramos medicamentos y me tomé un café con hielo, realmente Jordi se está portando como un super héroe conmigo, me ayuda con las alergias, y está allí a mi lado siempre que la lío, sin quejarse sólo apechugando. La gente me pregunta qué cosas nuevas he visto, cómo me siento en el viaje,...bueno por ahora puedo decir que siento que no soy tan fuerte como creía, y la verdad, me gusta saber que no soy tan fuerte como creía, que sólo soy normal y que no puedo con todo.
Cuando empezamos a subir el golfo de Mexico recibimos la terrible noticia de los atentados en Barcelona y Cambrils, con los dedos encima de las teclas del ordenador no puedo encontrar ni una sola palabra para explicar lo que no sólo nosotros sentimos. Tan lejos de casa y queriendo estar allí, y a nosotros nos han dicho mil veces, tened cuidado en el viaje...ni podemos ni sabemos explicar lo que sentimos.
Pasamos del estado de Florida al de Alabama, allí una tarde de las que estamos jugando a nuestra partidilla de brisca, vimos que unas chicas intentaban arrancar el coche con unas pinzas, pero que no lo conseguían, estaban riendo (suponemos porque les costaba entender cómo iba lo de las pinzas), entonces nos acercamos para ayudarlas, se callaron, se pusieron serias y nos dijeron que no hacía falta que las ayudáramos,...bien debemos decir que las chicas eran negras,...y nosotros somos blancos (pero seré objetiva y no diré lo que siento). Siguiendo el viaje pudimos ver el eclipse solar del 21 de agosto, ¿por qué siempre se ven estas cosas en EEUU? fue espectacular, aunque lo miramos muy poquito porque no teníamos las gafas, cómo cambió la luz durante un par de horas, cómo la luna se iba poniendo delante del sol, ¡Qué maravilla!.
Llegó Louisiana, Nueva Orleans, empezó allí la sobredosis de música por todas partes, aparcamos en un parquing por 8 euros 24horas donde pueden aparcar las caravanas, campers, etc. así podíamos estar tranquilos visitando esta ciudad (o eso pensábamos), fue una locura, había música en vivo por todas partes, todo tenía forma de saxofón, me volvía loca, quería esto, aquello, aquello también, todo el presupuesto tambaleándose por Nueva Orleans, probando la comida criolla y cajún, cafés, arroz, pescado. El segundo día me fijé bien: los músicos que tocaban por las calles siempre eran los mismos en distintas formaciones y no vimos ni una sola chica tocando ningún instrumento,...qué cosas (pero seré objetiva y no diré lo que siento). El último día que estábamos en el parquing de Nueva Orleans, mientras desayunábamos vinieron 8 policías, porque un blanco les había dicho que había una furgoneta blanca sospechosa, nos pidieron el ticket del pago del parquing, nos preguntaron cuándo nos íbamos....(bien...ya sabéis...no diré lo que siento).
Nos fuimos de Nueva Orleans y justo salir de la ciudad una piedrecita golpeó la luna delantera , se empezó a rajar la luna, aunque poquito a poco, así que compramos una resina, para intentar parar el corte del cristal,...parece que por ahora funciona....ya veremos. Visitamos las plantaciones de algodón, donde podías ver cómo vivían, la ostentosidad de los criollos blancos, la vida de los esclavos negros, la pura realidad sureña.
Y de las plantaciones de Louisiana empezamos a subir el río Mississippi, siguiendo la ruta del río del blues, un río lleno de historia, de vida, que nos llevó hasta el pueblo de Clarksdale, el origen del blues, donde nos comimos unas hamburguesas en el local del actor Morgan Freeman, de allí ya nos dirigimos hasta Tenessee, aquí ya hace días que vemos casi todo gente de raza negra, en Memphis la mayoría de población es negra. Sólo llegar fuimos al visitor centre donde estamos ahora mismo, aquí los encargados (todos de raza negra) nos vieron cargando el ordenador y los teléfonos (porque por la noche todavía usamos la batería para el ventilador) nos dijeron que nos dirigiéramos a unos pocos metros de allí, que seguramente nos dejarían dejar la furgoneta para dormir, fuimos hacia allí y preguntamos a los encargados de seguridad (todos de raza negra también) a lo que nos respondieron que sin problemas, que qué curiosa nuestra matrícula y que sienten muchísimo los atentados de Barcelona y Cambrils (pero seré objetiva y no diré lo que siento). Estuvimos paseando por Memphis, viendo la calle Baile, allí fue donde empezaron a reivindicar los derechos de los negros, ahora todo son bares con música en vivo, impresionante música, el soul se mezcla con el country y el blues, estaba escuchando un concierto y el guitarrista (negro) ya se estaba flipando con el solo, una locura. Pudimos ir a ver el lugar donde asesinaron a Martin Luther King, ahora convertido en museo. En esta ciudad la gente parece realmente muy simpática y agradable, todo el mundo nos saludaba, y aunque es la segunda ciudad más peligrosa de Estados Unidos nosotros por ahora nos hemos sentido mucho más a gusto que en la costa este.
Bien, y ahora algunos os preguntaréis, por qué nuestra ruta vuelve a dirigirse hacia el norte. ¿Recordáis los días de navidad?, estábamos en Los Ángeles, esperando la furgoneta, los encargados de la aduana no querían darnos la furgoneta porque faltaba un papel, que ya habíamos pedido, el señor encargado de hacer el papel nos dijo que no nos haría el favor de hacerlo rápido, porque....no. Así que estuvimos 17 días en Los Ángeles esperando la furgo, durante estos 17 días teníamos que pagar un hotel que costaba 100€ la noche (era el más barato) por cada día que la furgo estaba en las aduanas teníamos que pagar 300€,...total que allí se quedaron 7.000 euros de nuestro presupuesto.
A partir de allí decidimos apretar el presupuesto y recuperarnos, pero fue imposible, así que lamentándolo mucho estamos dirigiéndonos hacia Baltimore, para enviar la furgoneta a Europa, dejando para otro momento Sur América.
Mientras nuestra furgo viaja hacia Europa (Bélgica) nosotros terminaremos el viaje en Cuba, siempre y cuando nos dejen salir de este país (ya que para entrar en Cuba necesitas un permiso del señor presidente de EEUU....que nosotros no vamos a tramitar....porque ya estamos cansados de sus historias)
Habremos conseguido dar la vuelta al mundo con nuestra furgoneta (con cristal o sin él) aunque gracias a este viaje nos quedarán mil proyectos nuevos.
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atardeceres en el camino |
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el toldo de la furgo nos sirve para todo |
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miami beach, agua calentita calentita |
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cayos de Florida |
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pelícanos |
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Nueva Orleans |
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Nueva Orleans |
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Nueva Orleans |
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contratos de compra de esclavos |
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Memphis |
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Motel Lorraine, donde dispararon a Martin Luther King |
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luna de la furgo,...empieza el corte |
domingo, 13 de agosto de 2017
Paralelismos en el tiempo
CAPÍTULO 1
USA, ESTADO DE
MAIN, año 2017
Entre una niebla densa se deja intuir
el sonido de las olas del mar, estamos bajando unas escaleras, en
busca de la playa, no llego a imaginar una playa entre toda esta
niebla, pero al final aparece, primero la arena, después los
playeros con sus sombrillas y sus gorritos, parece un chiste, desde
la arena todavía no se ve el agua y allí está la gente tan
tranquila disfrutando de su particular playa, apartando niebla
llegamos al agua, meto los pies y de repente, parece que me estén
clavando mil puñales, está helada, aún así hay bastantes
valientes que están dentro, creo que tienen costra alrededor, en vez
de piel.
Al día siguiente un calor abrasador y
doble ración de niebla, la mezcla perfecta para que hubiera una
humedad del 90% en el ambiente, decidimos subir a la cima Arcadia,
poco a poco la altura disipó la niebla y dio paso al sol radiante, a
punto de hacer cima escuché a Fátima que decía, para para y es que
le dio un bajón de tensión y se mareó un poco. Con Fátima tumbada
con las piernas hacia arriba descansamos un poco, un buen trago de
agua y un plátano hicieron que se recuperara totalmente, esto le
pasa por querer seguir mi ritmo, jajaja.
CAPÍTULO 2
USA, EL BRONX, año
1980
Dos chicos hablan
entre ellos marcando mucho los acentos y otro a su lado les acompaña
haciendo ruidos secos con la boca, intentan rimar todas sus frases y
casi sin darse cuenta llevan un ritmo perfecto, hablan siempre de los
problemas de la sociedad en la que viven, frases y letras
reivindicativas y pedantes, es su forma de evadirse de la situación
tormentosa en la que viven. Otro pinta con rotulador en la pared las
mismas frases que sus colegas riman a un compás todavía desconocido
por ellos. En esa misma calle, y en la otra, y en la otra de más
allá les acompañan marginación, prostitución, extorsión, drogas
y sobretodo violencia, mucha violencia, y es que El Bronx en estos
años es el barrio más peligroso de Estados Unidos, con nada más y
nada menos que una media de 4 asesinatos al día.
Estos chicos
todavía no saben que están creando una nueva cultura mundial que
permanecerá para el resto de los días, la cultura del Hip Hop y el
Graffiti...
CAPÍTULO 3
USA, MAIN CAMINO A
MASSACHUSETTS, año 2017
En la radio suena
la canción Tu continente de IZAL, siguiendo los consejos de la
señora de turismo emprendimos rumbo al sur, por una carretera que
ellos llaman escénica, ¿escénica? Lo único que ves es niebla y
casas a los lados, para ellos esto de pasear viendo casas es
interesantísimo, bueno, cada uno con su mundo. Sin pena ni gloria
pasamos por varios estados, y es que hemos visto tantas cosas
interesantes en este viaje que cada vez cuesta más sorprendernos.
Entramos a Massachussets en busca de Boston, al llegar dejamos la
furgo en un parquing que vimos en la aplicación Ioverlander, una de
esas que hemos descubierto en este viaje y tanto nos están ayudando,
costaba 6€ el día entero, así que dejamos la furgo allí un par
de días, estaba justo al lado de la estación de tren, el centro
estaba a unos 9Km, así que cogíamos el metro para visitar la
ciudad, y qué ciudad, nos sorprendió gratamente Boston, tiene una
arquitectura impresionante, los rascacielos parece que caigan encima
de los edificios menores, paseando te da la sensación de no haber
salida, de que se amontonan entre ellos, pero a la vez parece que
cada uno de ellos esté puesto allí precisa y milimétricamente, que
toda la ciudad estuviera diseñada y construida al mismo tiempo, como
si toda ella fuera un solo edificio, a parte de su gente distendida,
moderna y más abierta de lo que sueles encontrar por aquí, fuera de
las grandes ciudades, muchísimas performances callejeras y mil
terrazas que te obligan a sentarte a disfrutar de una birra fría,
por no hablar de su gran mercado central, donde puedes probar comida
de casi todas las partes del mundo, esto último os recomiendo que
deis la vuelta al mundo y probéis la comida de cada país en su
país, bueno si no se puede dar la vuelta al mundo, el mercado
central de Boston es un buen sitio para probarla.
El día que nos
íbamos estábamos dentro de la furgo y escuchábamos voces en el
exterior, a mí me pareció que decían algo así como que podría
ser un vehículo robado, sí sí entendí el inglés americano a
través de las paredes de la furgo, y es que me sorprendo a mí mismo
cómo he mejorado mi inglés en este viaje.
Decidí salir a
ver qué pasaba, y allí había dos polis examinando nuestra casita
rodante, nos pusimos a hablar con ellos, les explicamos nuestro viaje
como ya hemos hecho tantas otras veces y no hubo ningún problema, se
despidieron de nosotros con un “take care”.
CAPÍTULO 4
USA, El Bronx, año
1983
Se oye el tintineo
de los botes de spray en la noche, un grupo de chicos de El Bronx
están haciendo un graffitti, otro más, y es que cada vez que muere
uno de ellos lo honran de esta manera. Esta vez la historia es más
triste si cabe, ya que el graffitti va dedicado a Jonathan, un crío
de 4 años que ha muerto en medio de un tiroteo entre bandas y
policía, en la pared se puede ver la cara del niño sonriendo y
debajo un tipo de rodillas pidiendo perdón por lo sucedido. Los
chicos de las bandas hacen graffittis en memoria de la víctima y
cuelgan del tendido eléctrico sus zapatillas preferidas.
El Bronx hoy por
hoy está lleno de dibujos en las paredes y bambas colgadas de los
cables.
CAPÍTULO 5
USA, RHODE ISLAND,
año 2017
Good bye querido
Boston, fue bonito mientras duró, pero tenemos que seguir nuestro
camino hacia el sur.
Queríamos visitar
el famoso estado de Rhode Island y al llegar allí nos quedamos algo
decepcionados, ya que el estado está formado por millonarios que
tienen todo privatizado y en el cual sólo puedes visitar algunas
playas pagando el módico precio de 30 dólares, como podéis
imaginar las vimos desde lejos, y es que nos negamos rotundamente a
pagar por entrar a una playa (tendrían que venir a La Cala para
saber lo qué es una playa de verdad). El fugaz paso por este estado
lo arregló Jerry, un señor que nos encontramos en una zona de rocas
al lado del océano, cada tarde va allí y hace un monolito de
piedras, tiene la zona infectada de monolitos, la verdad es que ha
creado un paisaje espectacular, se puso a charlar con nosotros y
charra que charra estuvimos 4 horas haciéndole compañía, y nos
dejó que le ayudáramos a decorar su precioso paisaje con un
monolito hecho por nosotros.
CAPÍTULO 6
USA, EL BRONX, año
1985
Aparece un nuevo
graffitti en El Bronx, otra de esas historias que pone los pelos de
punta, pero que son el día a día de este barrio en la década de
los ochenta.
Hay un partido de
baseball, dos críos se pelean, uno de ellos pertenece a una banda y
el otro intenta vivir al margen de bandas, drogas y la violencia que
marca este barrio, el primero comenta a sus superiores lo ocurrido y
deciden tomar cartas en el asunto, mandan matar al chico y el verdugo
tiene que ser su propio hermano, el cual pertenece a la misma banda.
Después de meses de esquivas y de aguantar presiones por parte de
los jefes de la banda acaba asesinando a su propio hermano.
CAPÍTULO 7
USA, NUEVA YORK,
año 2017
Desde lo lejos
apreciamos la silueta que perfilan los rascacielos de esta preciosa
ciudad, esta vez en la radio suena New York New York de Frank Sinatra
y es que, aquí la tenemos, Nueva York a nuestros pies.
Poco a poco nos
adentramos a la ciudad hasta la mismísima séptima avenida, los
altísimos rascacielos han engullido la furgoneta por completo,
Fátima no para de llamarme la atención para que esté atento a la
carretera, pero es que no puedo parar de mirar hacia arriba, hacia
abajo, hacia el centro y pa' dentro, tiene razón y es que el tráfico
de esta ciudad es de locos, aún así salimos victoriosos con nuestro
caballito.
Nos fuimos al
barrio de Astoria, donde habíamos alquilado una casa por Airbnb que
nos salía a 50 dólares por noche, lo cual en medio de Nueva York es
una ganga, hicimos esto porque queríamos dejar descansar la furgo
unos días y también darnos unas buenas duchas. Liz era la dueña de
la casa y el primer día casi ni la vimos, al día siguiente nos dijo
que tenía que viajar a California y que no la veríamos más en toda
nuestra estancia, así que tuvimos un apartamento de lo más cuco en
medio de Nueva York para nosotros solos, barrio tranquilo con la
furgo aparcada en la misma puerta gratis y una lavandería en la
esquina, ¿se podía pedir algo más? Bueno por pedir, pedimos una
pizza a la americana y el mando de la tele por cable, allí
estábamos, en New York, con casa propia, pizza y tele por cable,
éramos los reyes. Ahora tocaba descansar, habíamos tenido un día
largo de viaje y mañana teníamos mucha faena de ver, visitar y
disfrutar de esta ciudad que a mí particularmente me ha enamorado.
Buenos días,
preparados para visitar la gran manzana, nos fuimos a coger el metro,
bajamos, cómo no, en Times Square y al salir ya te haces una idea de
esta locura de ciudad, nada más andar 50 metros veo venir a un chico
corriendo como el mismísimo Ussain Bolt y detrás de él 4 policías
en su busca, por la otra esquina otros 3 policías y más por el otro
lado, en cinco segundos había allí cuatro coches de poli y quince
agentes alrededor del chico que ya estaba reducido en el suelo, y es
que...this is New York Man!!!.
La quinta avenida
hacia arriba, la séptima hacia abajo, Broadway con sus letreros de
musicales, Wall Street y sus brokers, central park, la biblioteca, la
central station, el empire state, no daba a basto de admirar la
ciudad y todavía no sabía que me quedaba por ver lo mejor,
Brooklyn, Harlem o el Bronx, las verdaderas esencias de Nueva York.
Ese mismo día
también visitamos la zona cero y la verdad es que han hecho un
monumento que refleja muy bien lo que sucedió allí aquel día. Son
dos cuadrados grandiosos de color negro, situados en la ubicación de
las Torres Gemelas, que se hunden en el suelo y por sus cuatro
paredes caen cortinas de agua, dentro de cada cuadrado hay otro
cuadrado más pequeño que se hunde todavía más en el centro, por
el cual se pierde toda el agua que cae de las paredes y desde ningún
ángulo o perspectiva se ve el fondo del agujero dando una sensación
de caída al vacío, alrededor de estos cuadrados están todos los
nombres de las víctimas de aquella tragedia.
Al día siguiente
nos dirigimos a Harlem, el barrio negro por excelencia de Nueva York,
cogimos la línea amarilla de metro que va hacia Manhattan, para
luego hacer trasbordo a la línea verde dirección norte que va a
Harlem y el Bronx, es impresionante como cambia el ambiente de una
línea a otra, pasamos de ver trajeados con maletines a gente muy
humilde y ser los dos únicos blancos del vagón, salimos en la calle
125, y te das cuenta que aquí ya, a penas, se ven turistas,
recorrimos la calle de arriba a abajo, visitando el shake harlem, una
famosa hamburguesería que permanece aquí desde los años dorados de
este barrio, y también por supuesto el famoso Apollo donde tocaron
grandes como Hareta Franklin, Jimmy Hendrix o Louis Amstrong. Pasamos
por la quinta, sexta y séptima avenidas que aquí cambian de nombre
por el de los famosos políticos que lucharon por la causa de este
pueblo, como Malcolm X, Martin Luther King o Lenox. Te ves envuelto
de raperos que te ofrecen sus maquetas grabadas y luego te piden
dinero por ellas, al decirles que no algunos te maldicen con algunas
palabras que todavía no llego a entender, mi inglés de Harlem
todavía tengo que mejorarlo, lo que sí sé es que lleva muchos
fucking de por medio, jajaja.
También estuvimos
en Brooklyn y creo que este es uno de los barrios que más ha
cambiado de la ciudad, con los años, ahora viven hipsters y
modernillos adinerados, ya que sus alquileres son desorbitados. Mucho
ambientazo en la calle y muchos garitos muy cools, prepárate a
dejarte un trozo de tu sueldo si quieres cenar por allí, creo que
cruzando el famoso puente de Brooklyn y paseando un rato por sus
calles quedarás más que satisfecho.
Ese mismo día
llegamos hasta el puerto y para nuestra sorpresa, hay un ferry que
une la isla de Manhattan con la Staten Island totalmente gratis y el
cual pasa justo por delante de la estatua de la libertad, así que
nos subimos al barco entre una marabunta de neoyorquinos que plegan
de sus trabajos y turistas que saben de este trayecto. La subida al
barco fue como revivir los tiempos en que grandes cantidades de
inmigrantes llegaban a esta ciudad en busca de sus sueños.
CAPÍTULO 8
USA, EL BRONX,
año1987
Big Pun, el rapero
más famoso del Bronx sin duda alguna, letras durísimas y acciones
todavía más como su propio nombre indica, Big Pun es la abreviación
de Big Punisher (el gran castigador). Ha aparecido un nuevo graffitti
en el barrio, donde sale su silueta y su nombre bien grande, sí sí,
el tipo ha muerto, pero esta vez, al contrario de lo que todo el
mundo cree, pelea de bandas,... ajuste de cuentas,... el tipo estaba
tan gordo que le ha dado un infarto al corazón. Delante del
graffitti de Big Pun hay dos chicos sentados en un coche fumando un
cigarro y rapeando en honor a su rapero favorito.
CAPÍTULO 9
USA, EL BRONX, año
2017
Delante del
graffitti de Big Pun se encuentran dos chicos sentados en un coche,
esta vez no son del barrio, y no están rapeando, esta vez somos
Fátima y yo observando un graffitti que con los años se ha
convertido en uno de los más famosos del Bronx y es que hoy por hoy
Big Pun todavía está muy presente entre los jóvenes y no tan
jóvenes vecinos del Bronx.
Con todas las
advertencias y recomendaciones de que no se nos ocurriera visitar El
Bronx, aquí estamos, y es que yo no me hubiera perdonado venir a New
York y no visitar El Bronx, como ya he dicho en otros posts, yo crecí
escuchando rap y haciendo graffittis, cómo me iba a perder el lugar
donde nació esta cultura. Poco a poco, recorriendo el barrio, nos
damos cuenta de que ha evolucionado mucho, y que el gobierno ha
invertido en infraestructuras y sobre todo en cultura y educación
para las nuevas generaciones. Aún así, la media, hoy en día, es de
dos asesinatos al día, bueno lo han bajado a la mitad, pero sigue
siendo muchísimo, y es que todavía puedes ver mucha prostitución,
marginalidad, tiendas con barrotes las cuales venden por una
ventanita y sobretodo graffittis, muchos graffittis honrando a
víctimas de la violencia y muchas zapatillas colgadas de los cables.
Se puede palpar la
tensión y cómo miran a la gente que no pertenece al barrio, por
supuesto no se os ocurra sacar cámaras o móviles y posar en alguno
de los graffittis, es un insulto para ellos, seguramente tendréis
problemas y por supuesto no se os ocurra visitar el barrio de noche,
parece de película, pero lamentablemente es así. Hoy en día hay
bastante gente que se está mudando aquí presionada por los
altísimos precios de los alquileres en New York, y poco a poco está
cambiando el barrio, aún así todavía tienen mucho trabajo.
También hay que
decir que a día de hoy El Bronx se divide en dos partes, el sur
oeste y el resto, el sur oeste es la parte más peligrosa y auténtica
de lo que fue El Bronx de los ochenta, la que nosotros visitamos, y
donde tienes que ir si quieres ver la esencia de este barrio, pero
siempre con mil ojos y mucho respeto.
FIN
PD: Todas las
historias contadas en este post son verídicas. Espero que os haya
gustado
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silueta de Nueva York |
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playa en la niebla |
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Fátima recuperándose |
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Jerry |
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boston |
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boston |
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pisito en nueva york |
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Times Square |
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Zona cero |
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estatua de la libertad |
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harlem |
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puente de brooklyn |
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brooklyn |
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El Bronx |
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Graffitti Big Pun en El Bronx |
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El Bronx |
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martes, 18 de julio de 2017
Hasta luego Canadá, fue un placer
Ya os estoy escribiendo desde otro
país, volvemos a estar en Estados Unidos, esta vez la costa Este.
Entramos esta mañana, íbamos con todo preparado, y con los nervios
de todas las fronteras, por si nos faltaba algún papel,... para
entrar por tierra a EEUU necesitas un visado, que debes tramitar en
tu país, pero nosotros no podíamos hacerlo, intentamos tramitarlo
en la embajada de los Estados Unidos en Ottawa, pero como no
estábamos en su lista nos fue imposible entrar en la embajada, así
que decidimos ir sin nada hasta la frontera y que allí hicieran lo
que quisieran, y así hemos llegado esta mañana. Se han encargado
dos chicos jóvenes, nos han hecho las mil preguntas de siempre y
nosotros hemos empezado a hablar, la nueva técnica que adoptamos es:
hablamos los dos, más o menos a la vez, en inglés y vamos contando
a nuestro rollo nuestro viaje, hasta que se cansan y nos hacen el
visado, y así lo han hecho. Hemos estado un tiempo esperando a que
nos hicieran el papelito, no puedo asegurar cuánto tiempo ha sido,
porque en las embajadas, fronteras y sitios públicos el tiempo pasa
de una manera distinta a la del resto del mundo, no sé si es mucho o
poco, la cuestión es que nos han dado los visados y nos han dicho
buen viaje...No nos han mirado la furgo,...y eso me da mucha rabia,
¡el momento de pasar las fronteras es cuando más limpia la
llevamos!.
Os voy a contar un poco el final de
nuestro paso por Canadá. Después de estar con los amigos
Volkswageneros en Niágara emprendimos camino hacia Ottawa, la
capital del país, una ciudad recogida, con edificios coloniales, con
mucho turismo, a nosotros nos pareció una pequeña Inglaterra, no
estábamos acostumbrados a este paisaje en estos lugares, estuvimos
tres días paseando por la ciudad y viendo los preparativos de la
fiesta nacional del 1 de julio, en Ottawa pudimos dormir en el
aparcamiento del Walmart (ya casi nuestro terreno) el tercer día
vino la policía, se ve que alguien los había llamado, que había un
vehículo sospechoso con una matrícula sospechosa, se puso un coche
delante de la furgo y otro detrás, y nosotros desayunando tan
tranquilamente. Nos preguntaron qué hacíamos tantos días allí y
las mil preguntas de siempre, al final nos dijeron que lo sentían,
pero que con la fiesta del 1 de julio la gente está un poco
asustada, fueron muy simpáticos, tanto que antes de irse nos
regalaron dos vales del Mc Donalds para dos cafés, y como ese día
ya nos íbamos nos pasamos por el Mc. Donalds a buscar nuestros
jarrones de café para el viaje, dos cafés XXL para llevar por
favor, con azúcar, vinagre, mostaza y ketchup (el vinagre, la
mostaza y el ketchup para nuestra despensa claro).
De Ottawa nos fuimos hasta Montréal,
allí encontramos una callecita en el centro, donde aparcar era
gratis y se veía un lugar muy tranquilo, ...así que ya teníamos
hotelito. Nos fuimos a ver la ciudad, había festivales por todas
partes, festival de artesanos, el festival internacional de jazz,
festival de pintura, mil actividades que nos hicieron volver locos de
un lugar a otro, todo gratis, montajes enormes, bailes con
estructuras hechas por contenedores de transporte, toda una calle
llena de pinturas, un piano público en una plaza, en el barrio gay,
donde estaban tocándolo y cantando los vecinos del barrio,
llegábamos tardísimo a nuestro hotelito furgonetero y hechos polvo
de ir hacia arriba y hacia abajo. Allí probamos las Poutiné más
famosas de Canadá, un plato enorme de patatas fritas con queso
cheddar y una salsa, también probamos la cola de castor, que no es
una cola de verdad, es un postre, que no está nada malo y que nos
comimos mientras paseábamos por el puerto antiguo de Montréal...vaya
estampa más romántica.
Y de Montreal a Quebec, pasando por el
parque Nacional la Mauricie, un parque como casi todos los que hemos
visto de Canadá, frondosos, verdes, con vistas que parece que te
ensanchen la mirada, caminatas por todas partes y cada una con una
característica distinta,...y lo mejor,...duchas, aprovechamos que
este parque nacional tenía duchas para hacer un buen repaso. Cuando
llegamos a las duchas nos dijeron que funcionaban con monedas de 25
centavos, cogimos todas las monedas que teníamos y nos fuimos hacia
allí, yo llevaba 2 y Jordi otras dos, al meternos en las duchas
vimos que para que funcionara tenías que meter 4 monedas de
golpe....bueno...no entraré en detalles, pero después de montar un
“cinet” nos pudimos duchar los 2 con nuestras 4 monedas (esta
será una de esas historias que cuentas en el bar riéndote).
Quebec nos pareció otra pequeña
Europa, esta vez Francia. Con muchas cuestas y otra vez mucho
turismo, fue allí donde pasamos el 1 de julio, en un concierto del
famoso grupo Billy Talent y los fuegos artificiales, fue bastante
divertido, aunque....seguimos pensando que somos los mejores montando
“tinglados” y festivales. En Québec hablan francés, yo creía
que también hablaba francés, fue muy frustrante no poder entenderme
con nadie en francés, no les entendía nada y ellos no me entendían
a mí, terminábamos hablando en inglés, Jordi se reía de mí
diciendo que él creía que iba a estar salvado en Québec con mi
francés....más tarde encontramos unos franceses de Francia y nos
dijeron que ellos tampoco llegan a comprenderse muy bien con la gente
de Quebec (fue un descanso).
De Quebec decidimos subir un poco hacia
el norte, hacia el pueblo de Tadoussac, donde se pueden avistar
ballenas beluga, ballenas negras y focas. Creíamos que no íbamos a
ver pero había millones de belugas, fue increíble, maravilloso, era
impresionante ver tantas y tan blancas, reflejaban la luz del sol en
sus espaldas cada vez que salían a respirar. Creíamos que ver las
belugas había sido lo mejor del día,...pero luego seguimos subiendo
hasta otro lugar, donde simplemente te sientas en las rocas delante
del mar y dejas pasar las horas, y cuando estás medio dormido,
relajado por el sol que te da en la cara y por el sonido del mar ves
salir una ballena enorme delante de ti y sale y se vuelve a meter y
vuelve a salir y se vuelve a meter y todos nos despejamos de golpe,
pero nadie dice nada. Quizás, para mí, este es uno de los secretos
de la vida que no sabía, no todo es ahora, ni a un momento
determinado, ni durante tanto tiempo, simplemente te sientas y
esperas que las cosas pasen, y puede que pasen o puede que no. Si no
pasan, no quiere decir que no estén allí, simplemente no ha pasado
mientras tú estabas,...si pasan...no lo olvidarás en la vida, no
sólo no olvidarás el espectáculo de ver a una ballena en su ruta
por la vida, tampoco olvidarás la sensación de la calma mientras
esperas ver cómo pasa la vida, la naturaleza, sólo disfrutar de la
espera. Esa noche dormimos en una playa llena de dunas y de
mosquitos, estábamos orientados hacia el este, es decir, el sol
salía por el mar, y sin el sol en el horizonte durante su puesta
vimos otro espectáculo, nosotros no podíamos ver el sol, estaba
detrás nuestro, detrás de las montañas, pero su reflejo llegaba
hasta el mar y volvía todo el cielo de color rosa, se ve que todos
los habitantes de Tadoussac saben este hecho y justo a la hora de la
puesta vinieron muchos coches para poder ver ese rosa de la vida. Al
día siguiente vimos salir el sol por el mar, y me di cuenta de
cuánto tiempo llevaba sin ver el sol salir por el mar, tal y como lo
he visto salir siempre durante 36 años, reflejando sus rayos más
fuertes de la mañana en el agua. Las puestas de sol en el océano
son preciosas pero la salida del sol por el mar me trae los mejores
recuerdos de mi vida, y por un momento eché de menos mi precioso mar
mediterráneo.
De Tadoussac nos fuimos hacia la
península de Gaspé, New Brunswick y Nova Scotia. Para nosotros,
después de pasar por todo Canadá, fue lo menos espectacular, que no
es menos bonito, pero tuvimos la sensación de estar en Europa,
pasamos por el parque nacional de Fundy, y por las rocas Hopewell,
unas rocas enormes erosionadas por la marea, entre las que puedes
pasearte cuando ésta baja, justo estar a su lado...dios santo qué
maravillas hay en el mundo, y sólo hemos visto la mitad. En Nova
Scotia pudimos estar en el parque nacional de Kejimkujik, y vimos la
niebla que acompaña esta provincia en toda su costa que la vuelve
misteriosa y silenciosa.
En esta zona los aparcamientos de los
centros comerciales Walmart se vuelven lugar de reunión y
“pasaratos” de sus habitantes,...lo que nosotros hacemos en una
cafetería, en una plaza, delante del mar, ellos lo hacen en los
aparcamientos, con un vaso para llevar de una cadena de cafés, pero
sin bajarse de los coches, cada uno está en su coche, uno al lado
del otro y hablan por las ventanillas, es muy divertido ver cómo
pasan las tardes así. Y en uno de estos aparcamientos nos
despertamos el 15 de julio, celebrando 1 año desde que empezamos el
viaje, no nos vamos a poner melancólicos,...pero empezamos de risa
hace un año y hemos reído, llorado, nos hemos enfadado, hemos visto
mil cosas, hemos conocido personas de distintas razas que van pasando
por la vida,...como nosotros, y también hemos aprendido que no somos
distintos a todos aquellos viajeros, turistas,...da igual el nombre,
que viven sus experiencias, sean cuales sean, unas empiezan, otras
acaban y todas son fascinantes para los que las están viviendo,
porque son sus vidas.
Se acabó nuestra gran experiencia en
Canadá, más de mil fotos, vídeos, recuerdos y amigos nuevos que lo
han hecho, sin lugar a dudas, uno de los países más impresionantes
en los que hemos estado, y quizás sí tenía razón la agente que
encontramos en la primera frontera de Canadá, que nos aseguró que
este país iba a ser el mejor de todo el viaje.
![]() |
cola de castor |
![]() |
parlamento de Ottawa |
![]() |
Calles de Montreal |
![]() |
piano público en el barrio gay de montreal |
![]() |
espectáculo con contenedores |
![]() |
calles de Quebec |
![]() |
Calles de Quebec |
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Poutiné (mmmm....) |
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Parque Nacional La Mauricie |
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uno de los lugares donde despertamos |
![]() |
la vie en rose |
![]() |
el saludo al sol |
![]() |
esperando ballenas |
![]() |
Jordi es un superviviente, haciendo fuegos |
![]() |
De todo sabe |
![]() |
niebla en Nova Scotia (P.N. Kejimkujik) |
![]() |
Ir a la playa en Canadá es lo mismo que en el Mediterraneo, pero con chaqueta |
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lunes, 15 de mayo de 2017
Alaska, the last frontier
CAPÍTULO 1:
Llevo un buen rato mirando la aguja del marcador de gasolina, porque hace unos kilómetros que ha entrado en reserva y rezando para encontrar una gasolinera, ya que, en Alaska puedes tirarte cientos de kilómetros sin encontrar nada de nada, y de repente, a lo lejos, avisto un techo con las letras TESORO, la marca de la gasolinera más famosa de Alaska. Fátima, estamos salvados...
CAPÍTULO 2:
-¡Necesitáis visa!
-¿Cómo?
-Que necesitáis visa para entrar en Alaska
-Fátima, que este señor dice que necesitamos Visa para entrar enAlaska, que el E.S.T.A. sólo es válido para entrar por aire o por mar.
Así fue nuestro recibimiento en la frontera de Canadá con Alaska, nos hicieron parar el coche y entrar a las oficinas para aclarar la situación, porque nosotros pensábamos que con el E.S.T.A. era suficiente para entrar en Alaska, pero resulta que sólo es válido si entras por aire o por mar. Tened esto en cuenta si llegáis por tierra a Alaska.
Al entrar a la oficina nos dijeron que el sitio más cercano para tramitar la visa era Vancouver, a unos 3.000Km de distancia, por supuesto le dijimos que no íbamos a hacer 6.000Km para entrar en Alaska. Después de explicarle nuestro viaje y enseñarle nuestra ruta el agente nos dijo que iba a hacer una llamada a su superior a ver si podía arreglarlo de alguna manera, después de unos intensos minutos viéndolo hablar por teléfono nos dijo, como si un abuelo regañara a su nieto, tenéis un mes de visa ,y nos la tramitaron allí mismo.
Con la visa debajo del brazo nos adentramos en Alaska, allí estaban, dándonos la bienvenida, un grupo de alces y un zorro que nos advertían de lo salvaje que es. Kilómetros y kilómetros de bosque, lagos, ríos y paisajes de lo más inhóspito que hemos visto hasta ahora.
Después de 250 kilómetros llegamos al primer pueblo habitado, allí paramos en una área de servicio y nos cruzamos con una auto-caravana con matrícula holandesa, el señor nos paró y nos comentó que nos había visto en Watson Lake, un pueblo de Canadá que está a unos 2.000 kilómetros de donde estábamos, ¡vaya puntazo!, estuvimos charlando y cambiando experiencias sobre nuestros viajes. Después de hacer noche nos dirigimos hacia Fairbanks (decidimos hacer nuestra ruta alaskeña de norte a sur), de camino a la segunda ciudad más grande de Alaska nos cruzamos con alces, osos, ardillas, zorros y un letrero que ponía: prohibido parar, prohibido hacer fotos, prohibido hacer videos, prohibido reducir la velocidad, prohibido prohibido, ¡joder!, ¿y esto es el país de las libertades?, ¡si está todo prohibido! Y es que resulta que a unos kilómetros apareció de la nada una pedazo de base aérea militar con todos sus cazas y todos los modelos de aviones que os podáis imaginar, todos bien aparcaditos, preparados por si el koreano se pone tonto. Así llegamos a Fairbanks, una ciudad que nos decepcionó un poco, una ciudad sin casco urbano, ni gente por la calle, tan sólo algunos indígenas borrachillos por ahí desperdigados, y es que supongo que vivir 8 meses al año a -40 grados y con tres horas de luz al día no tiene que ser fácil.
Dando un paseo encontramos un restaurante muy auténtico, donde servían comida casera, aprovechamos para probar el famoso salmón de Alaska, camino de la furgoneta Fátima me dijo que empezaba a notar síntomas de alergia (para los que no lo sepáis, Fátima es alérgica a bastantes alimentos) nos apresuramos para llegar a la furgo, una vez allí se tomó los medicamentos, pero pasaba el rato y no le hacían nada, entonces me dijo,...
-Creo que me tendrás que pinchar la adrenalina porque esto va a más.
-Qué dices, ¿seguro?
-Sí sí, la voy preparando
Mientras que ella preparaba la adrenalina yo me puse a buscar el hospital en el GPS, por si teníamos que acercarnos.
-esto ya está preparado para pincharme
-¿seguro que quieres que te pinche?
-sí sí pínchame que esto va a más
-¿sí, seguro?
-Que sí coño pínchame yaaaa
-Ok, 3 2 1....¡¡¡pulp fiction!!!
Teníamos idea de hacer unos 200 kilómetros de la Dalton Highway, pero una vez llegamos allí nos dimos cuenta que no íbamos a hacer ni 20, ya que es una carretera toda de tierra, llena de baches y unas cuestas que no podíamos pasar ni de tercera, todavía nos quedan miles de kilómetros de viaje y tenemos que cuidar nuestra maravillosa furgoneta. Así que emprendimos camino al sur.
-¿Te parece bien que paremos aquí hoy para hacer noche? Parece bastante tranquilito
- Sí Jordi, estamos en Alaska, aquí todo es bastante tranquilo.
tonto antes de tiempo.
Dimos un paseo para estirar las piernas, y a unos cincuenta metros de nosotros encontramos a unos señores practicando el deporte más famoso de EEUU, disparar como locos, les dijimos si podíamos echar un vistazo mientras disparaban, y nos dijeron, con gran orgullo y satisfacción, que por supuesto y es que, no veas como les gustan las pistolitas. Uno de ellos nos dijo que estaba probando una metralleta que se había comprado nueva, al ver mi cara de flipe el tipo se fue a su camioneta y sacó dos metralletas más para enseñárnoslas, y es que, vuelvo a repetir, no veas como les gustan las pistolitas a estos americanos. Después de dormir con un ojo abierto, por si acaso se escapaba algún tiro hacia nosotros, nos dirigimos hacia el Parque Nacional de Denali, donde se encuentra el pico más alto de Norte América, anteriormente llamado Mc. Kintley y actualmente llamado Denali, ya que Obama decidió cambiarle el nombre en honor a los indígenas de la zona, por lo que hemos sabido, no hace mucha gracia a los alaskeños que no son indígenas.
Seguimos nuestra ruta en busca de Anchorage, la ciudad más grande de Alaska y con algo más de encanto que Fairbanks, pudimos ir al Heritage Native Museum, donde se conservan los únicos restos de cultura indígena que queda en todo el estado, allí descubrimos la supervivencia de los antiguos nativos, técnicas de caza, pesca, pieles y distintos tipos de casas dependiendo de la zona.
Nos faltaban por ver los pueblos costeros del sur, Homer y Valdez, donde el océano pacífico norte se mezcla con el mar de Bering. Allí pudimos apreciar la gran industria de pesca que tienen y cómo no, los barcos pesqueros de cangrejos del programa de televisión, Pesca Radical, pudimos ver el Bering Sea y el Time Bandit si veis el programa os sonarán. Así que no nos podíamos ir de aquí sin probar la gastronomía del norte, incluyendo el cangrejo real, y no nos defraudaron, las curradas que se pegan los pescadores, valen la pena, están deliciosos.
Homer es un pueblecito con mucho encanto, casitas de colores alzadas con pilares de madera situadas encima del mar. Llegamos a una playa para hacer noche y coincidimos con una celebración que no sabíamos bien bien qué era, así que nos fuimos a preguntar a la muchedumbre, allí nos informaron de que era una fiesta que hacían cada año de un colegio de Anchorage y rápidamente nos invitaron a unirnos a la fiesta, nos invitaron a probar las famosas nubes quemadas que salen en las pelis, y es que como ya he dicho anteriormente en otro post, los americanos las pelis las clavan.
Sí sí, las nubes están muy buenas, pero... ¿tenéis alguna cervecilla por ahí? Y es que a veces la vida tiene estas cosas, se lo fui a preguntar a un tipo que tenía una fábrica de cerveza en Anchorage, no dudó en sacarnos varias birras. Entre birra y birra empezó a temblar el suelo durante unos cinco segundos y pensé, recórcholis estoy bajo de fondo, llevo un par de birras y ya se me mueve todo, pero que va, lo sentimos todos, y nos dijeron que eso es bastante frecuente allí, simplemente, para ellos, había sido un terremoto, yo estaba flipando, nunca había sentido algo así bajo mis pies.
Entre birras y terremotos acabamos la fiesta y nos fuimos a dormir para, el día siguiente, emprender marcha hacia Valdez, un pueblo lleno de fiordos completamente nevados que lo cobijan de los fuertes vientos del golfo de Alaska, minucias para nosotros, “vivim a la cala”, allí nos pegamos unos buenos días de escalada en roca. Después de dejarnos los antebrazos en las paredes de Valdez, emprendimos marcha de vuelta a Canadá, todavía nos quedaba mucho trayecto por delante, y un poquito de sufrimiento, y es que llevo un buen rato mirando la aguja del marcador de gasolina, porque hace unos kilómetros que ha entrado en reserva y rezando para encontrar una gasolinera, ya que, en Alaska puedes tirarte cientos de kilómetros sin encontrar nada de nada, y de repente a lo lejos, avisto un techo con las letras TESORO, la marca de la gasolinera más famosa de Alaska, Fátima estamos salvados... ¿Salvados?, la gasolinera estaba cerrada, resulta que cerraba los martes, y estábamos a martes, bueno pues seguiremos rezando para que la gasolina que queda nos lleve al siguiente pueblo a unos 80 kilómetros, os puedo asegurar que fueron los 80 kilómetros más largos de mi vida, ya que iba viendo cómo bajaba la gasolina y no llegábamos. Carretera secundaria de Alaska, no pasa ni dios, sólo hay árboles, osos y demás criaturas salvajes, me veía cogiendo la tienda de campaña a cuestas y pegándonos un par de días de caminata. Creo que nos hemos llegado a fusionar tanto con nuestra furgoneta que también piensa por sí sola y de alguna manera administró la gasolina para llegar justiiiito al siguiente pueblo, donde pudimos llenar el depósito para salir de Alaska.
Llevo un buen rato mirando la aguja del marcador de gasolina, porque hace unos kilómetros que ha entrado en reserva y rezando para encontrar una gasolinera, ya que, en Alaska puedes tirarte cientos de kilómetros sin encontrar nada de nada, y de repente, a lo lejos, avisto un techo con las letras TESORO, la marca de la gasolinera más famosa de Alaska. Fátima, estamos salvados...
CAPÍTULO 2:
-¡Necesitáis visa!
-¿Cómo?
-Que necesitáis visa para entrar en Alaska
-Fátima, que este señor dice que necesitamos Visa para entrar enAlaska, que el E.S.T.A. sólo es válido para entrar por aire o por mar.
Así fue nuestro recibimiento en la frontera de Canadá con Alaska, nos hicieron parar el coche y entrar a las oficinas para aclarar la situación, porque nosotros pensábamos que con el E.S.T.A. era suficiente para entrar en Alaska, pero resulta que sólo es válido si entras por aire o por mar. Tened esto en cuenta si llegáis por tierra a Alaska.
Al entrar a la oficina nos dijeron que el sitio más cercano para tramitar la visa era Vancouver, a unos 3.000Km de distancia, por supuesto le dijimos que no íbamos a hacer 6.000Km para entrar en Alaska. Después de explicarle nuestro viaje y enseñarle nuestra ruta el agente nos dijo que iba a hacer una llamada a su superior a ver si podía arreglarlo de alguna manera, después de unos intensos minutos viéndolo hablar por teléfono nos dijo, como si un abuelo regañara a su nieto, tenéis un mes de visa ,y nos la tramitaron allí mismo.
Con la visa debajo del brazo nos adentramos en Alaska, allí estaban, dándonos la bienvenida, un grupo de alces y un zorro que nos advertían de lo salvaje que es. Kilómetros y kilómetros de bosque, lagos, ríos y paisajes de lo más inhóspito que hemos visto hasta ahora.
Después de 250 kilómetros llegamos al primer pueblo habitado, allí paramos en una área de servicio y nos cruzamos con una auto-caravana con matrícula holandesa, el señor nos paró y nos comentó que nos había visto en Watson Lake, un pueblo de Canadá que está a unos 2.000 kilómetros de donde estábamos, ¡vaya puntazo!, estuvimos charlando y cambiando experiencias sobre nuestros viajes. Después de hacer noche nos dirigimos hacia Fairbanks (decidimos hacer nuestra ruta alaskeña de norte a sur), de camino a la segunda ciudad más grande de Alaska nos cruzamos con alces, osos, ardillas, zorros y un letrero que ponía: prohibido parar, prohibido hacer fotos, prohibido hacer videos, prohibido reducir la velocidad, prohibido prohibido, ¡joder!, ¿y esto es el país de las libertades?, ¡si está todo prohibido! Y es que resulta que a unos kilómetros apareció de la nada una pedazo de base aérea militar con todos sus cazas y todos los modelos de aviones que os podáis imaginar, todos bien aparcaditos, preparados por si el koreano se pone tonto. Así llegamos a Fairbanks, una ciudad que nos decepcionó un poco, una ciudad sin casco urbano, ni gente por la calle, tan sólo algunos indígenas borrachillos por ahí desperdigados, y es que supongo que vivir 8 meses al año a -40 grados y con tres horas de luz al día no tiene que ser fácil.
Dando un paseo encontramos un restaurante muy auténtico, donde servían comida casera, aprovechamos para probar el famoso salmón de Alaska, camino de la furgoneta Fátima me dijo que empezaba a notar síntomas de alergia (para los que no lo sepáis, Fátima es alérgica a bastantes alimentos) nos apresuramos para llegar a la furgo, una vez allí se tomó los medicamentos, pero pasaba el rato y no le hacían nada, entonces me dijo,...
-Creo que me tendrás que pinchar la adrenalina porque esto va a más.
-Qué dices, ¿seguro?
-Sí sí, la voy preparando
Mientras que ella preparaba la adrenalina yo me puse a buscar el hospital en el GPS, por si teníamos que acercarnos.
-esto ya está preparado para pincharme
-¿seguro que quieres que te pinche?
-sí sí pínchame que esto va a más
-¿sí, seguro?
-Que sí coño pínchame yaaaa
-Ok, 3 2 1....¡¡¡pulp fiction!!!
Después de recrear, más o menos, la
escena de la peli, por seguridad, nos fuimos al parking del hospital,
ya que con la adrenalina era suficiente para controlar el ataque.
Estuvimos media hora allí aparcados y Fátima se empezó a hinchar,
así que nos fuimos para adentro a urgencias. Cuando llegamos al
mostrador Fátima ya era Son goku a la cuarta potencia de
superguerrer, casi no se le veían los ojos y roja como el puente de
San Francisco. Nos atendieron rápidamente, nos metieron en un box y
le pincharon la medicación que en unos minutos la calmó. Tuvimos la
gran suerte de que todo esto nos pasó en una ciudad y no cuando
estamos por ahí perdidos. Los dos siguientes días hicimos poco más
que relajarnos para que Fátima se recuperara del todo.
CAPÍTULO 3:
Con Fátima completamente recuperada,
nos despertamos para ir a la clásica Dalton Highway, considerada una
de las carreteras más peligrosas del mundo, pero antes se nos acercó
un chico pidiéndonos ayuda para arrancar su auto-caravana, cómo no,
nosotros nos hemos visto en esta situación varias veces, y se
agradece mucho que te ayuden, así que después de arrancar la
caravana del colega nos fuimos para el norte.Teníamos idea de hacer unos 200 kilómetros de la Dalton Highway, pero una vez llegamos allí nos dimos cuenta que no íbamos a hacer ni 20, ya que es una carretera toda de tierra, llena de baches y unas cuestas que no podíamos pasar ni de tercera, todavía nos quedan miles de kilómetros de viaje y tenemos que cuidar nuestra maravillosa furgoneta. Así que emprendimos camino al sur.
-¿Te parece bien que paremos aquí hoy para hacer noche? Parece bastante tranquilito
- Sí Jordi, estamos en Alaska, aquí todo es bastante tranquilo.
De repente ¡BUUM! ¡BUUM! ¡RATATATATA!
-Madre mía Fàtima, ¿Alaska
tranquila? ¿Qué rayos es eso? Me parece que el koreano se ha puesto
tonto antes de tiempo.
Dimos un paseo para estirar las piernas, y a unos cincuenta metros de nosotros encontramos a unos señores practicando el deporte más famoso de EEUU, disparar como locos, les dijimos si podíamos echar un vistazo mientras disparaban, y nos dijeron, con gran orgullo y satisfacción, que por supuesto y es que, no veas como les gustan las pistolitas. Uno de ellos nos dijo que estaba probando una metralleta que se había comprado nueva, al ver mi cara de flipe el tipo se fue a su camioneta y sacó dos metralletas más para enseñárnoslas, y es que, vuelvo a repetir, no veas como les gustan las pistolitas a estos americanos. Después de dormir con un ojo abierto, por si acaso se escapaba algún tiro hacia nosotros, nos dirigimos hacia el Parque Nacional de Denali, donde se encuentra el pico más alto de Norte América, anteriormente llamado Mc. Kintley y actualmente llamado Denali, ya que Obama decidió cambiarle el nombre en honor a los indígenas de la zona, por lo que hemos sabido, no hace mucha gracia a los alaskeños que no son indígenas.
Seguimos nuestra ruta en busca de Anchorage, la ciudad más grande de Alaska y con algo más de encanto que Fairbanks, pudimos ir al Heritage Native Museum, donde se conservan los únicos restos de cultura indígena que queda en todo el estado, allí descubrimos la supervivencia de los antiguos nativos, técnicas de caza, pesca, pieles y distintos tipos de casas dependiendo de la zona.
Nos faltaban por ver los pueblos costeros del sur, Homer y Valdez, donde el océano pacífico norte se mezcla con el mar de Bering. Allí pudimos apreciar la gran industria de pesca que tienen y cómo no, los barcos pesqueros de cangrejos del programa de televisión, Pesca Radical, pudimos ver el Bering Sea y el Time Bandit si veis el programa os sonarán. Así que no nos podíamos ir de aquí sin probar la gastronomía del norte, incluyendo el cangrejo real, y no nos defraudaron, las curradas que se pegan los pescadores, valen la pena, están deliciosos.
Homer es un pueblecito con mucho encanto, casitas de colores alzadas con pilares de madera situadas encima del mar. Llegamos a una playa para hacer noche y coincidimos con una celebración que no sabíamos bien bien qué era, así que nos fuimos a preguntar a la muchedumbre, allí nos informaron de que era una fiesta que hacían cada año de un colegio de Anchorage y rápidamente nos invitaron a unirnos a la fiesta, nos invitaron a probar las famosas nubes quemadas que salen en las pelis, y es que como ya he dicho anteriormente en otro post, los americanos las pelis las clavan.
Sí sí, las nubes están muy buenas, pero... ¿tenéis alguna cervecilla por ahí? Y es que a veces la vida tiene estas cosas, se lo fui a preguntar a un tipo que tenía una fábrica de cerveza en Anchorage, no dudó en sacarnos varias birras. Entre birra y birra empezó a temblar el suelo durante unos cinco segundos y pensé, recórcholis estoy bajo de fondo, llevo un par de birras y ya se me mueve todo, pero que va, lo sentimos todos, y nos dijeron que eso es bastante frecuente allí, simplemente, para ellos, había sido un terremoto, yo estaba flipando, nunca había sentido algo así bajo mis pies.
Entre birras y terremotos acabamos la fiesta y nos fuimos a dormir para, el día siguiente, emprender marcha hacia Valdez, un pueblo lleno de fiordos completamente nevados que lo cobijan de los fuertes vientos del golfo de Alaska, minucias para nosotros, “vivim a la cala”, allí nos pegamos unos buenos días de escalada en roca. Después de dejarnos los antebrazos en las paredes de Valdez, emprendimos marcha de vuelta a Canadá, todavía nos quedaba mucho trayecto por delante, y un poquito de sufrimiento, y es que llevo un buen rato mirando la aguja del marcador de gasolina, porque hace unos kilómetros que ha entrado en reserva y rezando para encontrar una gasolinera, ya que, en Alaska puedes tirarte cientos de kilómetros sin encontrar nada de nada, y de repente a lo lejos, avisto un techo con las letras TESORO, la marca de la gasolinera más famosa de Alaska, Fátima estamos salvados... ¿Salvados?, la gasolinera estaba cerrada, resulta que cerraba los martes, y estábamos a martes, bueno pues seguiremos rezando para que la gasolina que queda nos lleve al siguiente pueblo a unos 80 kilómetros, os puedo asegurar que fueron los 80 kilómetros más largos de mi vida, ya que iba viendo cómo bajaba la gasolina y no llegábamos. Carretera secundaria de Alaska, no pasa ni dios, sólo hay árboles, osos y demás criaturas salvajes, me veía cogiendo la tienda de campaña a cuestas y pegándonos un par de días de caminata. Creo que nos hemos llegado a fusionar tanto con nuestra furgoneta que también piensa por sí sola y de alguna manera administró la gasolina para llegar justiiiito al siguiente pueblo, donde pudimos llenar el depósito para salir de Alaska.
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