Translate

Mostrando entradas con la etiqueta live. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta live. Mostrar todas las entradas

miércoles, 3 de enero de 2018

Dossier memoria del viaje

Después de estos meses intentando adaptarnos un poco a nuestra nueva rutina, hemos conseguido terminar la memoria de nuestro viaje, con todo el presupuesto, documentos, material, camperización, etc. Como no podemos subir este dossier al blog os dejamos el índice.
Para quien quiera tener la información, ya sea para echarle un vistazo o por si puede servir de ayuda para montar un viajecito con sólo que nos enviéis vuestro mail os pasaremos el dossier encantados.

AVISO: Gmail nos da muchos problemas para recibir los mails para enviaros el dossier. Mejor si nos mandáis un mail a:  fatimahidal@yahoo.es






lunes, 6 de noviembre de 2017

Un sueño cumplido

¡Hemos dado la vuelta al mundo! Sí sí, así como suena, hace casi un año y medio que decidimos coger la carretera y aventurarnos sin saber qué pasaría, una furgo con veinticinco años y dos locos con el alma rebosando ilusión y nervios Poco a poco, kilómetro a kilómetro, hemos ido descubriendo el mundo, sus paisajes, su naturaleza, sus pueblos, sus ciudades y sobretodo su gente, la gente maravillosa que existe por el mundo, en unos sitios mejor que en otros, pero mayoritariamente buena gente, aprendiendo a sentirte a gusto fuera de tu zona de confort, aprendiendo a confiar en gente que no conoces absolutamente de nada, y es que el mundo nos ha enseñado que la gente que menos tiene a menudo es la que más te da, bueno quizás la que menos tiene a nuestro parecer, creo que son mucho más ricos en otros valores, que nosotros hemos descubierto después de este maravilloso viaje. Descubrir países que a priori tienen fama de peligrosos, llegar allí y que te hagan sentir como en tu casa, que te inviten a comer a su casa simplemente porque eres extranjero y has llegado a su pequeño pueblo, incluso acabar con las reservas de vodka de la aldea para celebrar la visita de estos dos tipos que un buen día aparecieron por allí, dormir con una familia mongola dentro de un ger (casa típica de los mongoles nómadas), degustar un delicioso salmón recién pescado con auténticos nativos de la zona norte canadiense, formar parte de rituales religiosos , disfrutar de fiestas folclóricas de distintas aldeas, pueblos o ciudades, en definitiva, formar parte del pueblo y su cultura correspondiente, y todo esto sin esperar nada a cambio, sólo por conocer y disfrutar de la compañía de buena gente como ellos, intercambiar culturas, vivencias, y risas, sobretodo muchas risas, tengo que reconocer que a Fátima y a mí al principio nos costó entender la ayuda y compañía que te brinda la gente sin esperar nada a cambio.
Hemos podido admirar un sol de medianoche increíble, cascadas heladas, cascadas con su caudal rebosando, subir montañas llenas de vegetación y otras áridas como el mismo infierno, unas auroras boreales que tu cuerpo no sabe ni cómo reaccionar de la belleza que llega a ser este fenómeno, árboles milenarios tocando el cielo, cañones partiendo el suelo y permitiéndote adentrarte en ellos para admirar la fuerza que un día mostró la naturaleza, cañones de mármol, de piedra roja, de azufre, geisers, piscinas naturales de aguas termales, playas que te dan la bienvenida al paraíso, cuevas prehistóricas, hemos buceado entre miles de peces tropicales, de noche con plancton luminiscente, otra de esas cosas que tiene la naturaleza, que hace confundir a tu cerebro de tanta belleza, vivir un terremoto o un huracán, pasar de menos 17 grados a 48, escalar en muchos países diferentes paredes impresionantes, escalar acompañados de yaks perdidos en algún sitio de Mongolia, o acompañados de lugareños de la zona que aprovechan para intercambiar técnicas o vivencias de este deporte que amamos, poder disfrutar de osos, elefantes, cocodrilos, pumas, arces, ballenas, serpientes, águilas, y un largo etc, todos y cada uno de ellos salvajes y en su hábitat natural, descubrir la interesante, deliciosa y a veces no tan deliciosa gastronomía que hay por el mundo, conducir por carreteras interminables que nunca llega el horizonte, carreteras tan estrechas que cabe medio coche, franqueadas a un lado por una inmensa pared y al otro por un acantilado de vértigo, otras tapizadas con una alfombra de nieve blanca, caminos de piedras y agujeros, descubriendo volcanes, ríos rápidos y feroces o arroyos lentos y tranquilos, montañas o paisajes que te dejan sin palabras, incluso descubriéndonos a nosotros mismos.
Por supuesto que no todo el camino ha sido color de rosa, también ha habido momentos no tan buenos, estar dos meses lloviendo sin parar, que dentro de una furgo sin ducha no es tan fácil como si estas en casa, encontrarte a un personaje en la frontera de kazajistan que quiere robarte, aparcar para pasar la noche en algún barrio no muy tranquilo por decirlo de alguna manera, o encontrarte a algún energúmeno que simplemente te odia porque no eres de su país, cosas sin importancia que hacen el viaje más interesante y ameno, como ya he dicho antes, en el mundo afortunadamente hay mucha más gente buena que mala.
Hemos conducido, volado, caminado, navegado y disfrutado 90000 kilómetros de tierra, mar y aire, pero sobretodo hemos convivido con el mundo, con admiración y respeto, hemos sido libres y felices, una felicidad que no hubiera sido posible sin el apoyo incondicional de nuestras familias y amigos, a todos ellos queremos agradecerles su comprensión y respeto hacia esta maravillosa locura que un día se nos pasó por la cabeza y hoy podemos estar bien contentos y orgullosos de haber logrado, ahora seguiremos trabajando y montando nuevas rutas para seguir conociendo lugares maravillosos como los que hemos conocido hasta ahora, quizás, África? Quizás, Australia? Bueno habrá que esperar algún tiempo para saberlo...
Hasta pronto amigos.


P.D. Seguiremos en esta página colgando fotos, vídeos, y muchas más cosas que nos han quedado en el tintero, y por supuesto que seguiremos contestando vuestras preguntas o dudas que tengáis a la hora de hacer o montar un viaje, ya sabéis que intentamos ayudar en la medida que podemos, un saludo viajero.


miércoles, 12 de abril de 2017

The beautiful British Columbia

Hola a todos, estamos acercándonos, de nuevo al círculo polar ártico, por segunda vez en nuestro viaje. De momento seguimos en Canadá en la Columbia Británica, y como tienen en la matrícula los coches de este estado, estamos en the beautiful British Columbia (la preciosa Columbia británica) y tienen toda la razón. Aunque también hemos pisado un poco el estado de Alberta, el parque nacional de Jasper, al que llaman el palacio de hielo. Es un parque nacional que tiene una extensión como toda Cataluña, enormes cascadas de hielo, alces paseando por el pueblo de Jasper, nieve por todas partes, lagos congelados, impresionantes colores del agua, azul turquesa, azul grisáceo, azul oscuro, y nosotros nos vamos parando en todas partes, guardando todo en nuestro disco duro. Recordar todo esto será una gozada, pero vivirlo lo está siendo más.
Seguimos intentando ahorrar en el dormir, aparcando en la calle, y de vez en cuando buscar un "campground" (una especie de camping con lo básico, a veces sin duchas) para mantener un poco la higiene. En Jasper aparcamos la primera noche en la calle, se estaba muy bien, y aunque había nieve por todas partes, no hacía mucho frío (estamos mutando a canadienses), la segunda noche que dormimos en la misma calle nos despertamos con un regalito de una multa por 30 euros, se ve que en los pueblos que forman parte de los parques nacionales no se puede pasar la noche en el vehículo aparcado, así que fuimos a buscar un "campground" para pasar unos cuantos días más allí...bueno no está mal, después de 25.000Km, 10 países y 9 meses llegó la primera multa, y esperemos que sea la única.
De Jasper volvimos hacia el oeste, no perdemos de vista nuestro objetivo, lo más al norte posible. Nos fuimos hacia la ciudad de Prince George, al llegar nos pareció una ciudad aburrida y sin ningún encanto, así que seguimos el viaje hasta llegar al pueblo de Fort St. James, un pueblecito muy pequeño, al llegar allí nos empezamos a preocupar porque no podríamos aparcar más de un día en sus calles sin llamar la atención, como decimos con unas amigas...Dios proveerá,,...y así fue, estábamos delante del lago Stuart, con el pueblo a nuestra espalda y la puesta de sol en nuestros ojos y leímos un cartel que ponía: (Municipal Campground, 10€ la noche, el encargado pasa a recoger el dinero), Jordi me miró y me dijo,...es la mejor opción, así pasamos la semana aquí escalando, caminando y viendo estas puestas de sol. Nos quedamos allí, pero resulta que el encargado no pasó ni un solo día, ya que la temporada empieza en mayo o junio, así que los servicios están cerrados. La idea que tenemos nosotros de primavera, no se corresponde a los paisajes de Canadá, ellos van de manga corta y muy fresquitos, pero nosotros aún no hemos guardado la ropa térmica, creemos que la llevamos pegada a nuestro cuerpo.
Fort St. James es un sitio maravilloso, aunque pequeño puedes perderte en el monte pope, subir sus 1.000 metros y poder ver la típica postal de Canadá, árboles y lagos por todas partes hasta donde te alcanza la vista, y puedes estar seguro que donde ya no ves,...también hay árboles y lagos,...y nieve, a mí no se me da muy bien caminar sobre la nieve, parezco una manzana pocha, llevo morados por todas partes, al principio Jordi, cuando me caía venía corriendo preocupado y yo me enfadaba, no sé si con el mundo, con Jordi porque está a mi lado, conmigo, con la nieve, no se, ahora cuando ya estoy en el suelo Jordi me mira, me dice: te ayudo? me quedo callada y luego me levanto, supongo que ya en Alaska después de mil caídas más, me reiré.
Estando en Fort St James recibí un mail de una amiga, con una canción que nos recordó muchísimo nuestro viaje, el por qué estamos haciendo esto. Vosotros leéis los posts, las fotos y disfrutáis con nuestras aventuras, aunque no todos los días son una fiesta, hay días que tenemos que esperar que deje de llover, hay días que no puedo dormir por tener sabañones en los pies por el frío o simplemente esperar en un pueblo a que se acerque el calor para poder empezar a subir, ya que entrar en Alaska antes de Mayo es una locura. Recibir noticias de amigos que simplemente te dicen que se acuerdan de ti nos ayuda mucho, así que...esto lo pondré en catalán: gràcies Tina per recordar-nos què estem fent, què volem, quins són els nostres somnis, per què vam estar lluitant y vam deixar tantes coses enrere y gràcies per recordar-nos que no deixem de caminar i que quan tornem estareu a CASA esperant.

En Fort St. James podíamos despertarnos, desayunar en el lago, yo hacía unos ejercicios de yoga, Jordi tocaba la guitarra, y luego nos íbamos a escalar, uno de esos días vino Brenda, una mujer de unos 50 años, con unos mapas y un pin del pueblo, nos dio la bienvenida al pueblo, le dimos nuestro e-mail y un cd de los míos (nos llevamos varios cds por si conocíamos a alguien especial poder regalarle, ya no nos quedan) hoy recibimos un e-mail suyo dándonos las gracias por alegrar el pueblo, gracias por haber hecho que Fort St. James forme parte de algo tan mágico como nosotros y nuestro viaje,...pues hoy ya casi no comemos de lo que nos hemos hinchado como gallos. Nos encanta poder formar parte de la comunidad donde nos metemos por unos días.
Después de Fort St. James nos fuimos hacia Kiwanga, aunque para arrancar la furgo esa mañana tuvimos el privilegio de estrenar las pinzas que compramos después de pasar una noche en el Gran Cañón, como estábamos aparcados delante del lago helado y esa noche hizo un poco más de frío la furgoneta no arrancaba, así que enseguida vino un vecino en manga corta y una camioneta tamaño camión europeo a ayudarnos.
Kiwanga es el pueblo donde empieza la carretera 37, llegamos y nos pusimos delante del cruce, yo le dije a Jordi, ésta es...él me dijo...ya??? y nos bajamos de la furgo, allí estaba, la sensación es muy especial, nuestro viaje está formado por pequeños primeros pasos que se juntan. Este es otro pequeño primer paso, te invade una sensación de vacío, otro sueño que vas a atravesar. La carretera 37 es la que une la Columbia Británica más comercial con la parte casi deshabitada, llega hasta el Yukón y de allí directo a Alaska, naturaleza salvaje, 1000Km que esperan a que otros locos se metan por ella, formamos parte de algo tan gigante que parece que se divierta viendo pasar aventureros llenando sus depósitos para encontrar osos, lobos, conejos que llegan tarde a la hora del té y mil sueños que van llegando sin prisa pero sin pausa. Pero aún no es el momento de meternos en la 37, fuimos a Terrace, un poco más al sur, a esperar una semana más, esperar al tan ansiado mes de mayo, que vaya derritiendo la nieve para poder dejarnos continuar el viaje. En Terrace decidimos ir a un RV Park, un lugar donde puedes aparcar con duchas, lavadoras y wifi, desde donde ahora estoy escribiendo el post, llegamos ayer, aquí también hay muchas zonas de escalada, hace sol y calor (seguimos con lo térmico por eso) conseguimos....bueno...Jordi consiguió que nos hicieran una rebaja, ya que no necesitamos electricidad. Tan sólo aparcar vino nuestro vecino Larry, vive en una caravana con su nieto y fabrica atrapa sueños casi gigantes, nos invitó a un café y nos regaló un bote de salmón en conserva que había pescado durante el mes de agosto del año pasado, y qué más se puede pedir? Hoy veo el sol, conozco a alguien nuevo que me hace soñar y no necesito más.
Y estoy soñando mucho, hay algo en mi interior que se me está comiendo, algunos me dijisteis que estaba un poco loca por dejarlo todo por este viaje (mi sueño al fin y al cabo) bien, esta locura está apoderándose de mi cuerpo, en forma de Dalton Highway en Alaska, quizás algunos ya conoceréis esta carretera, es la carretera que te lleva desde Fairbanks a Deadhorse, el pueblo más al norte de América, es una de las carreteras más peligrosas del mundo, 1000Km de carretera sin pavimentar, hielo hielo y más hielo, los camiones tienen prioridad, es decir, debes dejarlos pasar cuando los ves venir. Yo le voy diciendo alguna cosilla sobre la carretera a Jordi, que me dice...Ya veremos Fátima, quizás es mejor que siempre haya uno de los dos que tenga el juicio más despierto, unos días soy yo y otros es él, por ahora hemos decidido que cuando lleguemos a Fairbanks, nos pondremos delante de la carretera, bajaremos de la furgoneta,...y luego....nos dejaremos llevar.

una de las miles de cascadas congeladas en Jasper

crías de alce en Jasper

Jasper

Regalazo que nos dio el destino en una tienda de cervezas de Jasper

Escalando en Jasper

Puesta de sol en Fort St. James

Subida al Mt. Pope

Estrenando las pinzas

Salmón de Larry

Carretera 37 en Kiwanga, preparándonos para el nuevo paso